En Buenos Aires, Argentina, hay un edificio que ha sido testigo de un siglo de historia. El nombre del hotel es "Hotel de Inmigrantes". El complejo fue construido entre 1905 y 1911, originalmente para acomodar la afluencia continua de inmigrantes y para controlar las enfermedades infecciosas introducidas por una epidemia masiva de cólera. A lo largo de sus cuarenta y dos años de historia, ha acogido a más de un millón de inmigrantes y fue transformado en Museo Nacional de Inmigración y Centro de Arte Contemporáneo de la Universidad Nacional Tres de Febrero.
“El diseño del Hotel de la Inmigración busca mostrar la bienvenida de Argentina a los inmigrantes y crear esperanza para una nueva vida”.
Las epidemias de cólera de la década de 1870 obligaron al gobierno argentino a buscar soluciones para prevenir enfermedades importadas. A esto le siguió una larga discusión sobre las políticas y los procedimientos burocráticos necesarios para construir un centro para recibir a los inmigrantes. No fue hasta 1883 que los planos fueron aprobados formalmente y la construcción real se retrasó hasta 1905. El hotel se terminó de construir oficialmente en 1911 y podía albergar a tres mil inmigrantes.
El hotel está diseñado como una fortaleza, con múltiples edificios que rodean una plaza central. Ofrece servicios completos y gratuitos y espera que los residentes permanezcan un máximo de cinco días, pero muchos inmigrantes esperan mucho más de lo esperado. Los procedimientos de examen médico e inspección de equipaje hacen que el ingreso migratorio sea riguroso y establecido.
"Si bien los residentes pueden entrar y salir libremente, el hotel aún funciona según un horario establecido y ofrece un entorno que satisface las necesidades básicas de vida".
Con la llegada de la Primera Guerra Mundial, la política migratoria de Argentina se hizo cada vez más estricta y a muchos individuos que no cumplían con los requisitos se les negó la entrada. La implementación de esta política provocó que muchos inmigrantes que buscaban una nueva vida perdieran su oportunidad.
Después de 1955, el Hotel de Inmigración pasó por varios cambios de función hasta 1990, cuando el edificio fue designado Monumento Histórico Nacional. En 1974 se trasladó aquí el Museo Nacional de la Inmigración, que muestra la historia de la inmigración en Argentina en distintos períodos. Las exposiciones permanentes aquí incluyen temas importantes como “Italianos y españoles en Argentina”, además, hay registros de la vida de los inmigrantes en el hotel.
“El Museo de la Inmigración está trabajando para digitalizar cinco millones de registros de inmigración desde 1882 hasta 1960 para facilitar la investigación y la indagación futuras”.
Al revisar estas historias, podemos ver que una patria llena de esperanza es en realidad el resultado del esfuerzo y la adaptación de innumerables inmigrantes. Sus vidas no sólo transformaron las experiencias pasadas en las cabañas en una historia de nueva vida, sino que también dejaron a las generaciones futuras con preguntas que vale la pena reflexionar: En este mundo que cambia rápidamente, ¿cómo debemos enfrentar futuras olas de inmigración?