La enfermedad de John es una enfermedad infecciosa que afecta principalmente al intestino delgado de los rumiantes y causa una infección persistente y, en ocasiones, mortal. La enfermedad es causada por Mycobacterium avium subespecie paratuberculosis, una bacteria que causa problemas en muchos animales de granja y se han reportado infecciones en todo el mundo.
Los terneros recién nacidos tienen más probabilidades de infectarse al ingerir trazas de heces infectadas del entorno del parto o de las glándulas mamarias de la madre.
Los estudios han demostrado que las vacas también pueden transmitir Johnella a sus fetos durante el embarazo o posteriormente a través de la leche y el calostro infectados. Por lo tanto, las posibles vías de transmisión de la enfermedad de John están presentes desde el nacimiento, lo que hace que la prevención y el control de la enfermedad sean extremadamente difíciles.
En el ganado, los principales signos de la enfermedad de John son diarrea y emaciación. La mayoría de los casos aparecen entre las edades de 2 y 6 años. Los primeros síntomas pueden ser sutiles y limitarse a pérdida de peso, reducción de la producción de leche o cabello áspero. A medida que la afección empeora, el ganado puede desarrollar una afección llamada "mandíbula de botella", que es una hinchazón de la mandíbula causada por la pérdida de proteínas en el tracto digestivo.
Por lo general, hay un período de incubación de más de dos años antes de que aparezcan los síntomas clínicos de la enfermedad de John en el ganado, lo que hace que el diagnóstico temprano sea un desafío.
La enfermedad de John afecta principalmente la parte terminal del intestino, conocida como íleon. Aquí hay grandes acumulaciones de tejido linfoide llamadas placas de Peyer que reconocen y responden a los antígenos del medio ambiente. Desafortunadamente, cuando las bacterias de John ingresan a estos tejidos linfoides, pueden evadir eficazmente los mecanismos destructivos del sistema inmunológico y multiplicarse.
En los Estados Unidos, la enfermedad de John está clasificada como una enfermedad de notificación obligatoria y los animales de granja deben ser examinados periódicamente para mantener la salud de la población. En el ganado infectado, hervir la leche es un método eficaz para destruir la enfermedad de John.
Las pruebas muestran que alrededor del 50 % de los rebaños pueden contener portadores sin signos clínicos, lo que provoca pérdidas potenciales en la producción agrícola.
Aunque la bacteria de Johne utiliza rumiantes como huéspedes, algunos estudios han demostrado que también puede afectar a los humanos con síntomas similares a los de Johne, pero este sigue siendo un tema de investigación que necesita mayor exploración.
La infección por Johanella tiene un profundo impacto en la salud y la productividad de los animales de granja, por lo que comprender sus mecanismos de infección es crucial para desarrollar medidas efectivas de prevención y control. En última instancia, cuando pensamos en la mejor manera de proteger la salud de los rumiantes, ¿podemos encontrar mejores formas de abordar este desafío?