En nuestra vida diaria, muchos movimientos, como girar la cabeza y encogerse de hombros, dependen de la coordinación del cerebro y el sistema nervioso. El nervio accesorio en particular (el 11º nervio craneal), que desempeña un papel vital en el movimiento de la cabeza y los hombros, se considera a menudo como uno de los diseños ingeniosos del sistema nervioso.
Nervios adicionales irrigan los músculos esternocleidomastoideo y trapecio, lo que nos permite tener movimientos flexibles de cabeza y hombros.
El nervio accesorio se origina en la parte superior de la médula espinal, específicamente en los segmentos medulares C1 a C6, y es el único nervio craneal que entra y sale del cráneo. La mayoría de los demás nervios craneales se encuentran únicamente dentro o fuera del cráneo. El nervio accesorio se divide en una porción espinal, que inerva los músculos esternocleidomastoideo y trapecio, y una porción intracraneal, que tiene una estrecha conexión con el nervio vago.
A medida que se forma este nervio, se compone de neuronas motoras inferiores ubicadas en la parte exterior del asta anterior de la médula espinal, que forman una estructura neuronal llamada núcleo accesorio. Desde la perspectiva de la función neurológica, la parte de la médula espinal a la que está unido el nervio es responsable de controlar el movimiento de encogimiento de hombros, así como el movimiento de rotación de la cabeza. La contracción del trapecio eleva la escápula, mientras que el esternocleidomastoideo gira la cabeza hacia el lado opuesto. Las señales nerviosas que controlan estos movimientos en realidad se originan en el lado opuesto del cerebro.
La parte de la médula espinal a la que está unido el nervio no sólo participa en el movimiento del hombro y la cabeza, sino que también puede afectar otras actividades críticas como el habla y la deglución.
Clínicamente, los médicos evalúan el estado de los nervios adjuntos examinando la función de estos músculos. Generalmente se le pide al paciente que intente encogerse de hombros o girar la cabeza y luego el médico aplica la resistencia adecuada y observa. La debilidad de los músculos de ambos lados puede sugerir daño a un nervio adicional.
Importancia clínica de los nervios adicionalesClínicamente, el daño a nervios adicionales puede ser causado por factores como cirugía, trauma o tumores. Los síntomas de una lesión varían según el lugar donde está dañado el nervio y pueden incluir dolor en el hombro, encogimientos de hombros débiles u omóplatos protuberantes. Estos síntomas se pueden evaluar en función del contexto de los nervios dañados y se puede desarrollar un plan de tratamiento correspondiente.
Durante la cirugía de cuello, los nervios accesorios corren el mayor riesgo de sufrir lesiones, y el diagnóstico y tratamiento rápidos pueden mejorar significativamente los resultados del paciente.
Para confirmar el diagnóstico, pueden ser necesarias más pruebas electrofisiológicas, como electromiografía o estudios de conducción nerviosa, para confirmar la presencia de daño nervioso adicional. La cirugía suele considerarse una opción más eficaz que el tratamiento conservador.
El descubrimiento del nervio accesorio fue descrito por primera vez por el anatomista inglés Thomas Willis en 1664, y a medida que nuestra comprensión del mismo se ha profundizado, su función y origen se han vuelto más claros. Con el avance de la tecnología médica, la comprensión de los nervios accesorios ha evolucionado gradualmente desde su unión inicial al nervio vago hasta una parte de la médula espinal con funciones neuronales únicas.
A medida que la investigación continúa evolucionando, también lo hace nuestra comprensión de la clasificación, la función y las lesiones asociadas de nervios adicionales. Para los profesionales, comprender estos principios básicos no sólo ayuda en el diagnóstico clínico sino que también mejora la comprensión general de la condición del paciente. Esto también ha llevado a la gente a reflexionar sobre cómo los nervios dan forma a los movimientos humanos. ¿Cuántos mecanismos neuronales que desconocemos asisten silenciosamente a nuestros movimientos?