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Del seguimiento de los valores de los cazadores a las batallas legales: ¿Cómo comenzó la exploración de los valores ambientales en la década de 1950?
Durante las últimas décadas, los avances en la economía ambiental han llevado a una exploración más profunda de cómo determinar el valor de los recursos no comerciales, una exploración que comenzó en la década de 1950. Esta historia aborda no sólo la teoría económica de la protección ambiental sino que también muestra cómo se pueden utilizar técnicas de encuesta para cuantificar estos recursos que son difíciles de valorar a precios de mercado.
En la protección del medio ambiente, aunque muchos recursos pueden proporcionar utilidad a las personas, carecen de valor de mercado directo.
En 1947, S.V. Ciriacy-Wantrup propuso por primera vez la teoría de la valoración de continuación, intentando evaluar el valor de los recursos no comerciales mediante técnicas de encuesta. Sin embargo, el uso práctico de este método comenzó en 1963, cuando Robert K. Davis realizó encuestas para estimar el valor de áreas silvestres específicas por parte de cazadores y turistas y descubrió que los resultados estaban altamente correlacionados con los valores estimados por el método del costo de viaje. A medida que avanzaba la investigación académica, este enfoque alcanzó su punto máximo en la década de 1980, cuando a las agencias gubernamentales de Estados Unidos se les dio el poder de litigar daños a los recursos ambientales, lo que marcó una nueva era de exploración de los valores ambientales.
Con la demanda de Oklahoma de 1991 contra el Departamento del Interior, los tipos de daños que el gobierno puede recuperar incluyen el valor de no uso o el valor de existencia, que a menudo no pueden evaluarse mediante mecanismos de precios de mercado.
En el proceso de evaluación ambiental, el valor de existencia generalmente se mide mediante encuestas de valoración continuas. La primera aplicación cuantitativa de esta tecnología fue el famoso incidente del petrolero Exxon Valdez en 1990. Este incidente brindó una oportunidad para una mayor aplicación de la valoración de continuación y llevó a las autoridades a tener en cuenta los valores ambientales no comerciales al otorgar montos de compensación.
A medida que crecen las dudas sobre la continuación de las valoraciones, muchos economistas prefieren confiar en las preferencias reveladas de la gente para hacer estimaciones de precios en lugar de simples resultados de encuestas. Sostienen que las primeras encuestas se vieron afectadas por múltiples sesgos, como el comportamiento estratégico, la contrarrespuesta y el sesgo de respuesta. Estos desafíos llevaron a la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NoAA) a convocar a un panel de economistas senior para realizar un estudio en profundidad para proporcionar orientación y recomendaciones basadas en evidencia sobre valoraciones de continuación.
Las recomendaciones del equipo de NUA incluyen realizar la encuesta mediante entrevistas personales cara a cara, presentar preguntas en un formato de encuesta sobre si las protecciones de recursos específicas son aceptables y proporcionar información detallada sobre los recursos.
Estas recomendaciones no solo mejoran la precisión de las investigaciones, sino que también resaltan la importante responsabilidad que los investigadores deben asumir durante el proceso. Gracias a estos esfuerzos, la valoración de continuación como técnica ha ido ganando gradualmente una amplia aceptación en la valoración jurídica y económica.
Hoy en día, la valoración de continuación se considera una técnica de valoración importante en el mundo real, especialmente en determinadas situaciones en las que la valoración de mercado no se puede lograr mediante transacciones en efectivo, como en el caso de propiedades contaminadas. Muchas agencias gubernamentales de Estados Unidos han utilizado ampliamente la valoración de continuación para evaluar los impactos ambientales y su valor económico al realizar análisis de costo-beneficio de los proyectos.
Por ejemplo, proyectos como la evaluación del valor de la calidad del agua y las oportunidades recreativas aguas abajo de la presa del Gran Cañón, la restauración de la biodiversidad del lago Mono y la restauración de las zonas de desove del salmón en ciertos ríos han utilizado este enfoque.
En Australia, la valoración de continuación también se ha aplicado a la evaluación del Parque Nacional Kakadu, lo que demuestra la aceptación e importancia de esta tecnología a escala global. Con el creciente énfasis en la protección del medio ambiente, la evaluación realizada por la Valoración de Continuación no sólo afecta la toma de decisiones gubernamentales, sino que también proporciona el apoyo y la referencia necesarios para los procedimientos legales relacionados.
Sin embargo, mientras prestamos atención a los valores ambientales, debemos reflexionar sobre una pregunta: ¿Cómo equilibrar las contradicciones y conflictos entre el desarrollo económico y la protección ambiental en el camino hacia el desarrollo sostenible?
