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Misterioso valor ambiental: ¿Sabes qué es la "valoración indirecta"? ¡Descubre el valor oculto!
En la sociedad actual, la importancia del medio ambiente es cada vez más valorada, pero cómo valorar los recursos ambientales que no se pueden comercializar en el mercado se ha convertido en un gran desafío. En este caso, surge la tecnología de “valoración indirecta”, que nos proporciona una nueva forma de entender y evaluar el valor de estos recursos invisibles.
¿Qué es la valoración indirecta?La valoración indirecta es una técnica económica basada en encuestas que se utiliza para evaluar el valor de recursos no comerciales, como la protección del medio ambiente o los impactos humanos de externalidades como la contaminación. Estos recursos proporcionan utilidad a las personas, pero como no se venden directamente, son difíciles de valorar utilizando modelos de precios. Por ejemplo, la gente puede disfrutar de la belleza de una magnífica vista de la montaña, pero no puede cuantificar ese valor en términos monetarios.
Las encuestas de valoración indirecta generalmente preguntan a las personas cuánto estarían dispuestas a pagar, o la cantidad de compensación que estarían dispuestas a aceptar, para mantener una determinada característica ambiental (como la biodiversidad).Antecedentes históricos de la valoración indirecta
La valoración indirecta fue propuesta por primera vez por S.V. Ciriacy-Wantrup en 1947, con el objetivo de obtener el valor de los bienes no mercantiles desde la perspectiva del valor de mercado. En 1963, Robert K. Davis fue el primero en poner la teoría en práctica al realizar encuestas para estimar el valor que los cazadores y los turistas otorgaban a áreas naturales específicas. En su tesis doctoral, "El valor de la recreación al aire libre: un estudio económico de los bosques de Maine", Davis encontró una buena correlación entre los resultados de la encuesta y las estimaciones de valor basadas en los costos de viaje.
Controversia y desafíos
Aunque las técnicas de valoración indirecta están ganando aceptación, su uso aún enfrenta muchos desafíos. Muchos economistas cuestionan la validez de este enfoque y prefieren basar sus decisiones en las preferencias reflejadas en las transacciones del mercado. Las primeras encuestas de valoración indirecta solían utilizar preguntas abiertas, como “¿Cuánta compensación pediría si se destruyera el área X?”. Estas preguntas pueden verse afectadas por el comportamiento estratégico, la resistencia a responder, el sesgo en las respuestas y la ignorancia de las limitaciones de ingresos por parte de los encuestados. .
En 1993, un panel presidido por los premios Nobel Kenneth Arrow y Robert Solow recomendó que las encuestas de valoración indirecta se diseñaran y controlaran cuidadosamente para garantizar que se obtuvieran valores económicos precisos.
Estado internacional actual
Hoy en día, la valoración indirecta es ampliamente aceptada como técnica de valoración de bienes raíces, especialmente en la industria contaminante u otras situaciones en las que los modelos de transacciones de mercado no son aplicables. Además, esta tecnología también es utilizada por agencias del gobierno de Estados Unidos para realizar análisis costo-beneficio, especialmente en proyectos que afectan al medio ambiente.
Ámbito de aplicación de la valoración indirecta
El ámbito de aplicación de la tecnología de valoración indirecta es muy amplio e incluye la evaluación de fuentes de agua de alta calidad y el análisis del valor de diversos proyectos de restauración ecológica. Algunos ejemplos específicos incluyen una evaluación de la calidad del agua y las oportunidades recreativas río abajo de la presa Glen Canyon en Estados Unidos, y un proyecto de restauración de la biodiversidad en una zona de desove de peces muertos. La valoración indirecta también ha demostrado ser una herramienta importante en la evaluación de tierras de trofeos en el Parque Nacional Kakadu en Australia y en los Estados Unidos.
ConclusiónEn esta era de énfasis en el valor ambiental, las técnicas de valoración indirecta nos proporcionan una nueva perspectiva para entender recursos que no pueden ser evaluados por el mercado. Esto nos permite equilibrar mejor la contradicción entre el desarrollo económico y la protección del medio ambiente. Sin embargo, esto también plantea una pregunta: cuando nos basamos en estas valoraciones, ¿estamos realmente reflejando el valor y la importancia reales de los recursos?
