Desde el estallido de la epidemia de COVID-19 a finales de 2020, la cadena de suministro mundial se ha visto gravemente dañada, lo que no solo ha provocado escasez de bienes, sino que también ha cambiado significativamente los hábitos de compra de los consumidores. A medida que el impacto de la epidemia continúa, especialmente en 2021, las actividades económicas y de transporte en varios países se han visto muy obstaculizadas hasta el día de hoy, esta crisis todavía afecta nuestra vida diaria.
Las cadenas de suministro en todo el mundo han tardado en recuperarse, y la epidemia, la vacunación desigual y los conflictos geopolíticos se han convertido en factores importantes que afectan la economía.
La cadena de suministro funciona como una máquina de precisión y la falla de cualquier componente provocará la falla de la función general. Desde el comienzo de la epidemia, las fábricas de muchos países se han visto obligadas a cerrar, provocando interrupciones en el suministro de materias primas. Con el repunte de la demanda de los consumidores, especialmente el aumento de la demanda de productos electrónicos y automóviles, las cadenas de suministro de estas industrias enfrentan desafíos sin precedentes.
La desigualdad en la vacunación deja a los trabajadores de muchos países en desarrollo aún en alto riesgo, lo que contribuye aún más a la pérdida de productividad.
Con los puertos varados y los buques portacontenedores atrasados, se han producido retrasos masivos en el flujo de carga mundial. Particularmente en Estados Unidos, el aumento de las importaciones ha superado la capacidad de los puertos y los sistemas de transporte, lo que ha provocado tiempos de espera extremadamente largos y ha dejado a muchos buques portacontenedores varados fuera de los puertos durante semanas.
Muchos grandes minoristas estadounidenses han fletado barcos portacontenedores con antelación para la temporada navideña, pero aun así han tenido dificultades para hacer frente a la creciente demanda.
Ante la escasez de productos, los hábitos de compra de los consumidores han cambiado significativamente. Muchas personas comenzaron a recurrir a las compras en línea, pero lo que siguió fueron innumerables notificaciones de falta de existencias. Según un informe de Adobe Digital Insights, en octubre de 2021, los compradores en línea se enfrentaron a más de 2 mil millones de mensajes de falta de existencias. 2020 El doble que el mismo periodo.
En Estados Unidos hay escasez de casi todos los productos, incluidos productos electrónicos, accesorios, ropa y artículos de primera necesidad.
Los expertos predicen que la recuperación de los problemas de la cadena de suministro puede llevar más tiempo, especialmente con el impacto de la escasez de semiconductores que afectará a muchas industrias. Los directores ejecutivos de fabricantes de automóviles y productos electrónicos esperan que la escasez continúe durante la primera mitad de 2022.
Los expertos de la comunidad empresarial estadounidense creen que es muy imposible volver a la situación de la cadena de suministro anterior a la epidemia.
Ante los desafíos actuales del caos de la cadena de suministro global, muchas empresas han comenzado a explorar la posibilidad de diversificar las fuentes de suministro. La pandemia no sólo ha puesto a prueba la resiliencia de la economía global, sino que también ha cambiado nuestros hábitos de compra. ¿Cómo responderán los consumidores a estos cambios en el futuro?