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Ajustes fiscales ocultos: ¿Cuál es la verdad detrás de los precios de transferencia?
Los precios de transferencia se refieren a las reglas y métodos de fijación de precios de transacciones dentro y entre empresas de propiedad conjunta o controladas. Debido a que las transacciones de control transfronterizas pueden distorsionar la renta imponible, las autoridades tributarias de muchos países pueden ajustar los precios de transferencia interna para transacciones en condiciones de plena competencia con entidades no relacionadas (es decir, el principio de plena competencia). De acuerdo con las recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Banco Mundial, muchos países han seguido este principio y lo han implementado a través de tratados bilaterales y leyes, normas o prácticas administrativas nacionales. Estas medidas permiten a las autoridades tributarias ajustar los precios de la mayoría de las transacciones internas transfronterizas, incluidas las transferencias de bienes tangibles o intangibles, servicios y préstamos.
“Los precios de transferencia son un conjunto de requisitos regulatorios sustantivos y administrativos impuestos a las empresas multinacionales y a las autoridades fiscales”.
En muchos países, la legislación sobre precios de transferencia generalmente sigue las directrices de precios de transferencia de la OCDE. Sin embargo, a menudo existen diferencias importantes entre las regulaciones específicas de los países. Ejemplos de ajustes de precios incluyen autoridades tributarias que pueden aumentar los ingresos imponibles de una empresa al reducir el precio de los bienes comprados a productores afiliados en el extranjero, o aumentar las regalías sobre tecnología patentada o marcas que una empresa cobra a sus subsidiarias extranjeras. Estos ajustes generalmente se calculan con base en una o más metodologías de precios de transferencia dentro de las Directrices de la OCDE y están sujetos a revisión judicial u otros mecanismos de resolución de disputas.
Aunque los comentaristas a veces describen erróneamente los precios de transferencia como un dispositivo de evasión fiscal, en realidad reflejan un requisito impuesto por el gobierno. La fijación agresiva de precios internos, especialmente para la deuda y los activos intangibles, tiene un impacto significativo en la evasión fiscal corporativa. La OCDE enumeró esta cuestión como una de sus principales preocupaciones en el Plan de Acción sobre Erosión de Bases Básicas y Traslado de Beneficios (BEPS) publicado en 2013.
“Los agresivos esquemas de evasión fiscal de muchas corporaciones multinacionales se confunden fácilmente con la declaración errónea de información comercial, pero deben considerarse como cuestiones políticas separadas con diferentes soluciones”.
Las áreas clave de los precios de transferencia incluyen la comparabilidad, las cuestiones de activos intangibles y los precios de los servicios. Cuando cada país evalúa el precio de una transacción entre partes interesadas, normalmente examina las condiciones específicas de la transacción, incluido el contenido específico del contrato, las funciones y activos involucrados, y los riesgos asumidos. Al analizar la comparabilidad, también se considerarán las condiciones del mercado, el entorno económico y la ubicación geográfica. Dos transacciones similares pueden tener precios diferentes si se encuentran en entornos de mercado diferentes.
Cuando se trata de activos intangibles, es más difícil identificar elementos comparables, lo que genera un desafío. Los métodos de fijación de precios específicos pueden incluir el método de precio no controlado comparable (CUP), el método de costo plus, el método de ganancia bruta, etc. La selección y aplicabilidad de estos métodos dependerá de las circunstancias específicas de la transacción. Algunos países incluso introducirán métodos de prueba de precios específicamente para los servicios para evitar cobros inadecuados de los mismos.
“Ya sea la transferencia de bienes, servicios o activos intangibles, establecer un análisis comparable razonable es fundamental para garantizar la equidad de los precios de transferencia”.
Más de 60 países alrededor del mundo han formulado regulaciones de precios de transferencia, y la mayoría de los países realizan ajustes basados en el principio de plena competencia. No obstante, estas políticas pueden variar significativamente en su forma de operar, lo que lleva a un aumento significativo de los desafíos de cumplimiento para las empresas multinacionales.
Las autoridades fiscales normalmente determinarán si son necesarios ajustes de precios durante la revisión de las declaraciones de impuestos, y las empresas tienen la responsabilidad de autoverificarse para garantizar que sus precios internos cumplan. Esto hace que los precios de transferencia no sólo sean una cuestión de cumplimiento tributario sino también parte del gobierno corporativo.
Con los continuos cambios en el entorno económico internacional y el auge de la economía digital, la complejidad de los precios de transferencia aumenta día a día. Por ejemplo, fijar el precio de los activos intangibles digitales sigue siendo un desafío para muchos países dada su naturaleza única.
“Con la llegada de la era digital, ¿cómo se ajustará el futuro de los precios de transferencia a los nuevos modelos de negocio?”
En este contexto, la forma en que las empresas respondan a los desafíos de los precios de transferencia para evitar posibles riesgos fiscales y mantener el cumplimiento se convertirá en un tema importante en el futuro. No se trata sólo de la salud financiera de las empresas, sino también del futuro de la justicia fiscal global y el desarrollo sostenible. ¿Es necesario repensar las reglas de precios de transferencia para adaptarse al cambiante entorno empresarial global?
