Hace unos 133 a 120 millones de años, había un ecosistema vibrante en el noreste de China: la Biota de Jehol. Este sistema, ubicado en el Cretácico Inferior, nos presenta una a una las especies biológicas antiguas y su entorno ecológico, atrayendo la atención de científicos y paleontólogos.
La Biota de Erhe es conocida como un tesoro en piedra debido a sus condiciones únicas y perfectas de conservación de fósiles.
Los fósiles de la biota de Erhe proceden principalmente de la formación Yixian y de la formación Jiufotang. Estos sedimentos de esquisto están mezclados con cenizas volcánicas y otros sedimentos, lo que proporciona a los investigadores valiosas muestras de fósiles. El estudio señaló que el entorno ecológico de la zona en el pasado estaba compuesto principalmente de humedales y lagos, y no incluía ecología fluvial o marina.
Origen y evoluciónAlgunos científicos han propuesto que la Biota Erhe evolucionó a partir de la anterior Biota Daohugou y que no existe un límite claro entre ambas. Sin embargo, aún existen diferencias de opinión respecto a la edad absoluta de Daohugou. Las últimas investigaciones indican que los fósiles indicadores de la biota temprana de Erhe incluyen el salmón y otras especies antiguas, lo que muestra el proceso de evolución biológica.
Los fósiles de la Biota de Erhe están extremadamente bien conservados, y muchos de ellos conservan esqueletos completos, tejidos blandos e incluso patrones de color. Esto fue gracias a la ceniza volcánica provocada por la erupción volcánica, que enterró rápidamente los restos y creó un ambiente libre de oxígeno, evitando eficazmente la depredación por parte de otros animales.
En comparación con muchos otros conjuntos de fósiles, la biota de Erhe presenta una diversidad de especies y un número de individuos extremadamente altos. Desde peces, anfibios hasta reptiles e incluso los primeros mamíferos, todo aquí parece presentar una imagen colorida de la vida antigua.
La Biota de Erhe no sólo muestra la biodiversidad de humedales y bosques, sino que también proporciona información valiosa sobre los cambios climáticos y geográficos antiguos.
Se puede decir que el estudio de la biota de Erhe ha revelado un rincón del ecosistema mesozoico. Esto no sólo nos ayuda a comprender la evolución biológica en ese momento, sino que también permite a los geólogos comprender mejor períodos importantes de la historia de la Tierra.
Los avances tecnológicos actuales nos permiten estudiar con mayor profundidad estos antiguos ecosistemas, pero aún queda mucho por descubrir. Si estas especies pudiesen reaparecer en los tiempos modernos, ¿cómo sería nuestro mundo?