En la vida acelerada de hoy en día, a menudo se considera que el estado físico y la salud se logran únicamente a través del ejercicio formal. Sin embargo, según una nueva investigación, muchas tareas domésticas consumen una cantidad similar de energía, como limpiar la casa, lavar los platos o hacer jardinería.
Según la tasa metabólica basal (TMB) de cada persona y la intensidad de la actividad, podemos medir las calorías quemadas en estas tareas domésticas en equivalentes metabólicos (MET). Según la investigación, algunas tareas domésticas en realidad tienen valores MET más altos que algunas actividades físicas tradicionales, lo que significa que estas tareas diarias también pueden ayudar a aumentar el gasto de energía.
"Incluso las tareas domésticas, como limpiar la mesa o pasar la aspiradora, pueden aumentar significativamente el consumo de calorías, algo que muchas personas pasan por alto".
Tomemos la limpieza como ejemplo. Su valor MET es cercano al de caminar a paso ligero, lo que significa que una persona puede consumir más energía agachándose para limpiar que corriendo fácilmente en el gimnasio. Este fenómeno pone de relieve cómo, sin darnos cuenta, nuestro estilo de vida puede ser el secreto para una mejor salud.
En teoría, completar una hora de tareas domésticas puede consumir entre 300 y 400 calorías, lo que es muy cercano a una hora de ejercicio constante. Según el Colegio Americano de Medicina Deportiva, los adultos deben realizar al menos 150 minutos de ejercicio moderado por semana, que se puede lograr limpiando las tareas del hogar, lavando el auto o realizando otras actividades domésticas.
"¡Las actividades diarias en familia pueden considerarse como una forma de estar en forma constantemente actualizada, que nos anima a quemar calorías todo el tiempo!"
Cabe señalar que la percepción de la intensidad del ejercicio también es muy importante para la evaluación del consumo de calorías. Las investigaciones muestran que las tareas domésticas más intensivas, como levantar objetos pesados y cavar la tierra, pueden aumentar más rápido el ritmo cardíaco de una persona, aumentando así el gasto energético general. Así que la próxima vez que limpies la casa, considéralo una forma de ejercicio.
Finalmente, encontrar formas de hacer ejercicio de manera flexible en la vida diaria no solo puede mejorar la salud física, sino también reducir el tiempo que se pasa sentado y de pie y mejorar la circulación sanguínea. En una vida ocupada, esta puede ser una estrategia de salud más factible. Entonces, ¿estás empezando a pensar en trabajar desde casa como una forma de hacer ejercicio?