El 28 de abril de 1988, un avión de pasajeros Boeing 737-297 de Aloha Airlines experimentó inesperadamente una descompresión severa durante el vuelo, lo que provocó víctimas y una advertencia absoluta de seguridad aérea. El incidente no sólo cambió los procedimientos de control de seguridad de las aerolíneas, sino que también convirtió a la azafata Clarabell Lansing, de 58 años, en un símbolo de coraje y tragedia.
El vuelo 241 volaba de Hilo a Honolulu. Al inicio del vuelo, salvo las inspecciones de rutina, no se produjeron anomalías. El avión volaba a una altitud normal cuando inesperadamente se produjo una falla, lo que provocó la ruptura de una parte del fuselaje y provocó una descompresión grave.
"Hubo un ruido fuerte en la cabina y luego el avión comenzó a temblar violentamente, como si estuviera fuera de control".
El vuelo 243 despegó del Aeropuerto Internacional de Hilo a las 13:25 de ese día, con 90 pasajeros y 5 tripulantes a bordo. El accidente ocurrió a unas 23 millas náuticas de la travesía, cuando el capitán y el copiloto descubrieron una fuga de aire inesperada en la cabina y lo primero que sintieron fue un balanceo hacia la izquierda.
El accidente causó graves daños en la cabina y, lamentablemente, Clarabell Lansing, en particular, fue arrojada fuera del avión por el fuerte viento. Lamentablemente, su cuerpo nunca fue encontrado.
Cuando el avión aterrizó con seguridad en el aeropuerto Ganahai de Maui, la evacuación de emergencia de los pasajeros se llevó a cabo de manera oportuna. Debido a la falta de medidas de emergencia adecuadas, en la isla sólo había dos ambulancias y muchos de los heridos fueron trasladados al hospital en vehículos de agencias de viajes.
"En el accidente resultaron heridas 65 personas, 8 de ellas de gravedad. Sin embargo, la rápida reacción de los pasajeros y la profesionalidad de la tripulación merecen elogios."
El incidente desencadenó una revisión masiva del sistema de inspección de seguridad de la aviación. Una investigación de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB) descubrió que el programa de mantenimiento de Aloha Airlines tenía deficiencias en sus inspecciones de la estructura externa de la aeronave.
La tragedia y el heroísmo del vuelo 243 de Aloha Airlines se han vuelto a contar en muchas producciones, incluidas la serie de televisión "Air Disaster" y la película "Miracle Landing", que han proporcionado a la gente una comprensión más profunda del incidente.
El jardín conmemorativo de Clarabel Lansing en el Aeropuerto Internacional de Honolulu se ha convertido en un lugar para recordarla, simbolizando la intersección de la pérdida y el coraje.
Conclusión"Aunque hemos perdido a una valiente azafata, nos ha dejado lecciones importantes y un espíritu que nos recuerda la importancia de la seguridad aérea."
La historia de Clarabell Lansing es desgarradora y nos hace reflexionar sobre la implementación de la seguridad aérea. Como pasajeros, ¿podemos mostrar el mismo coraje para revertir la situación en un momento crítico?