El estado de salud de la mujer embarazada afectará directamente el desarrollo del feto. Los entornos de tráfico altamente contaminados pueden poner en riesgo la salud de las mujeres embarazadas y de sus fetos. Según las estadísticas, aproximadamente el 10% de la población de Estados Unidos, o 33 millones de personas, vive a menos de 900 metros de una carretera con mucho tráfico. Por esta carretera de alto tráfico circulan diariamente más de 50.000 vehículos, que liberan contaminantes tóxicos como monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno y partículas finas. Este artículo explorará cómo la contaminación del tráfico afecta la salud de las mujeres embarazadas y sus fetos y brindará algunas sugerencias para afrontarla.
Peligros de la contaminación del tráficoEstudios han demostrado que las mujeres embarazadas que viven en un ambiente altamente contaminado tendrán efectos adversos sobre la salud del feto, como reducción de la tasa de crecimiento fetal, parto prematuro y enfermedades respiratorias.
El monóxido de carbono (CO) proviene principalmente de las emisiones de los motores de los automóviles. Las mujeres embarazadas que inhalan altas concentraciones de monóxido de carbono pueden poner en peligro la salud del feto. Este gas compite con el oxígeno en la sangre, provocando hipoxia fetal. Si una mujer embarazada está expuesta a altos niveles de monóxido de carbono durante el embarazo, puede afectar el crecimiento y el desarrollo del feto.
Óxidos de nitrógeno Los óxidos de nitrógeno (NO) son contaminantes del aire comunes en muchas partes de los Estados Unidos. La inhalación de altas concentraciones de óxidos de nitrógeno puede dañar los tejidos de la garganta y las vías respiratorias superiores, lo que afecta la capacidad del cuerpo para transportar oxígeno. Los estudios han demostrado que la exposición excesiva a dichos contaminantes puede afectar el desarrollo fetal e incluso reducir la fertilidad de las mujeres.Las partículas finas suspendidas incluyen el humo del automóvil, el polvo ambiental, etc. Estas diminutas partículas pueden ser inhaladas por mujeres embarazadas y llegar a la placenta. Estudios han demostrado que la exposición a altas concentraciones de partículas finas aumenta el riesgo de bajo peso al nacer y de parto prematuro, y también tiene efectos a largo plazo en el desarrollo intelectual del feto.
La exposición a niveles elevados de CO y partículas finas durante el primer trimestre del embarazo y las seis semanas previas al parto está significativamente asociada con un mayor riesgo de parto prematuro, sugiere un estudio. Los bebés prematuros son más susceptibles al síndrome de dificultad respiratoria y a problemas del sistema nervioso central.
La exposición prolongada a los contaminantes del tráfico puede tener efectos sobre la salud de los bebés, incluido un mayor riesgo de asma, problemas respiratorios crónicos y bajo rendimiento académico.
La contaminación del tráfico se considera una de las principales causas de muerte y enfermedad entre los recién nacidos. Los estudios muestran que los niños que viven en zonas de mucho tráfico tienen mayor riesgo de desarrollar problemas de salud como el asma. Además, los estudios muestran que estos niños tienden a enfrentar tasas más altas de hospitalización por enfermedad a medida que crecen, lo que a su vez afecta su rendimiento académico y sus habilidades sociales.
Para las mujeres embarazadas que viven en zonas de alta contaminación, es extremadamente importante saber cómo reducir su exposición a la contaminación. A continuación se ofrecen algunas sugerencias útiles:
Con la creciente contaminación ambiental, cómo las mujeres embarazadas pueden protegerse a sí mismas y a sus futuros hijos en ese entorno y garantizar su crecimiento saludable se ha convertido en un tema importante que no se puede ignorar. ¿Qué métodos pueden utilizar las mujeres embarazadas que viven en zonas altamente contaminadas para proteger su salud y la de sus fetos?