La salud durante el embarazo afecta directamente a la salud fetal, y el impacto de la contaminación del tráfico ha ido atrayendo gradualmente una amplia atención por parte de la comunidad científica y la sociedad. Según una investigación, las mujeres embarazadas que viven en zonas de mucho tráfico corren un mayor riesgo de parto prematuro.
En Estados Unidos, aproximadamente 30 millones de personas viven a menos de 900 metros de carreteras de alto tráfico, por las que circulan más de 50.000 vehículos al día, lo que provoca una grave contaminación del aire.
Las sustancias peligrosas emitidas por los automóviles incluyen monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno, partículas finas (PM), etc. Estos venenos no solo afectan a los residentes comunes, sino que también representan una amenaza para la salud de las mujeres embarazadas que no se puede ignorar. Numerosos estudios han confirmado que estos contaminantes pueden causar problemas como restricción del crecimiento fetal, parto prematuro y enfermedades respiratorias.
En primer lugar, una concentración demasiado alta de monóxido de carbono puede causar hipoxia fetal y afectar el crecimiento normal y el desarrollo intelectual del feto. Según las investigaciones, las mujeres embarazadas que inhalan altas concentraciones de CO pueden amenazar directamente la salud de sus hijos por nacer. Debido a que el CO compite con el oxígeno en la sangre, las mujeres embarazadas pueden tener un mayor riesgo de hipoxia fetal.
Debido a su alta toxicidad, los óxidos de nitrógeno son extremadamente perjudiciales para la salud materna y el desarrollo normal del feto. Altas concentraciones de óxidos de nitrógeno pueden incluso causar mutaciones fetales.
Una investigación realizada en Los Ángeles señaló que la exposición materna al CO y a las partículas en suspensión desde el comienzo del embarazo hasta seis semanas antes del parto aumentaba significativamente el riesgo de parto prematuro y estaba acompañada por la aparición de bajo peso al nacer. Los bebés que nacen prematuramente a menudo enfrentan una variedad de problemas de salud que pueden persistir hasta la edad adulta.
Las investigaciones muestran que la exposición a los contaminantes de los vehículos es una de las principales causas de mortalidad y morbilidad infantil, siendo el asma y los problemas respiratorios particularmente comunes entre los niños. Esto no sólo afecta su capacidad de aprender, sino que también les provoca dificultades para socializar.
El aumento del asma infantil se ha convertido en una de las enfermedades crónicas más comunes en los niños, y los niños que viven en áreas de mucho tráfico tienen una probabilidad significativamente mayor de desarrollar diversos problemas respiratorios. Las investigaciones muestran que los niños que viven más cerca de carreteras muy transitadas tienen más probabilidades de que se les diagnostique asma.
Algunos estudios también han demostrado que las tasas de autismo aumentan entre los niños que viven en áreas con alta contaminación por tráfico. Según un estudio realizado por UCLA, las madres expuestas a niveles más altos de contaminación del aire durante el embarazo tienen aproximadamente un 10% más de riesgo de autismo en sus hijos. Estos estudios destacan los efectos a largo plazo de la contaminación del aire en el desarrollo de los fetos.
La contaminación del tráfico no es de ninguna manera un problema exclusivo de Estados Unidos. Varias ciudades alrededor del mundo enfrentan desafíos similares, especialmente aquellas que carecen de estándares estrictos de emisiones. Muchos países y regiones han comenzado a implementar regulaciones ambientales más estrictas para reducir el impacto de las emisiones del transporte en la salud pública.
Según una investigación internacional, muchos países no solo han reducido la contaminación del aire sino que también han reducido significativamente la incidencia de enfermedades relacionadas con las vías respiratorias después de implementar estándares de emisiones.
En general, la exposición a la contaminación del tráfico durante el embarazo tiene efectos extremadamente importantes en la salud de la madre y el feto, y estos efectos pueden durar toda la vida. ¿Cómo mejorar eficazmente el medio ambiente y reducir los riesgos para las mujeres embarazadas y los fetos se ha convertido en un problema urgente que debemos resolver?