En la sociedad actual, el destino de muchas personas parece ser inseparable de su origen y estatus social. El sociólogo francés Pierre Bodieu reveló las raíces profundas de esta desigualdad social a través del concepto de capital cultural. El capital cultural incluye los activos sociales que posee un individuo, como la educación, la inteligencia, el estilo de hablar y el estilo de vestir. No solo afecta la movilidad social de una persona, sino que también promueve la adquisición de poder y estatus social.
El capital cultural es una relación social que existe dentro de un sistema económico de prácticas de comportamiento y consiste en bienes materiales y simbólicos escasos y socialmente reconocidos.
El capital cultural fue propuesto y definido por primera vez por Bourdieu y Jean-Claude Passeron en su artículo de 1977 Regeneración cultural y regeneración social. Posteriormente, Bodieu desarrolló aún más la teoría en Las formas del capital en 1985 y la exploró en profundidad en La aristocracia nacional: escuelas de élite en el campo del poder, argumentando que la educación (conocimiento y habilidades intelectuales) pueden promover y mejorar el estatus social.
Baudieu divide el capital cultural en tres tipos principales: capital encarnado, capital representacional y capital institucionalizado.
El capital cultural incorporado consiste en el conocimiento que un individuo adquiere conscientemente o hereda pasivamente y que se acumula a través del proceso de socialización. Está vinculado a la personalidad de una persona y afecta la forma en que se comunica y se expresa. Por lo tanto, el capital cultural incorporado no sólo implica el dominio del conocimiento, sino también la capacidad de utilizar el lenguaje y las habilidades de interacción social.
El capital cultural de una persona está estrechamente relacionado con sus hábitos y su posición social. Esta estructura de relaciones sociales afecta la formación del capital cultural.
El capital cultural concreto se refiere a objetos específicos, como obras de arte e instrumentos científicos, que representan símbolos del capital cultural. Aunque estos artículos se pueden comprar y vender para obtener ganancias, para que sus propietarios los comprendan y aprecien a menudo es necesario tener ciertos conocimientos y antecedentes culturales.
Por último, el capital cultural institucionalizado se refiere al reconocimiento formal del capital cultural de un individuo por parte de una institución, que a menudo incluye credenciales académicas o calificaciones profesionales. Este tipo de capital es particularmente útil en el mercado laboral porque ayuda a los individuos a demostrar la calidad y cantidad de su capital cultural e influye en sus oportunidades de empleo.
El impacto del capital culturalEl capital cultural juega un papel vital en el sistema educativo. Las investigaciones muestran que los estudiantes con mayor capital cultural tienden a tener un mejor desempeño académico porque tienen los recursos para comprender y dominar los conocimientos que requiere la escuela. Sin embargo, esta diferencia también ha provocado mucha controversia. Algunos investigadores creen que la teoría del capital cultural de Bourdieu enfatiza demasiado el impacto del entorno en el aprendizaje e ignora la iniciativa subjetiva del individuo.
Las escuelas no sólo funcionan para identificar los roles sociales de los estudiantes, sino que también pueden reproducir inadvertidamente desigualdades sociales.
A medida que la sociedad cambia, la teoría de Bodieu continúa ampliándose. Muchos investigadores lo han aplicado a diferentes contextos sociales para explorar el papel del capital cultural en las sociedades multiculturales. Por ejemplo, Amielbaye y Williams utilizaron la teoría de Bourdieu para analizar las relaciones de poder en el sector de servicios sociales; mientras que la investigación de Archer et al. exploró el impacto del capital científico en la participación científica de los estudiantes.
Críticas a la teoría de BourdieuAunque la teoría del capital cultural de Bourdieu ha recibido amplia atención, también ha sido criticada. Algunos investigadores creen que la teoría carece de claridad y puede ser demasiado determinista, ignorando la autonomía y la conciencia individual. En particular, con respecto a los roles de género, algunos críticos han señalado que Bodieu no toma en suficiente consideración las diferencias de género. Pero Bodieu también reconoció la existencia de esta desigualdad en su libro La dominación de los hombres, señalando que es un ejemplo típico de violencia simbólica.
El concepto de capital cultural nos permite repensar las distintas fuerzas potenciales que intervienen en las estructuras sociales. ¿Cómo cree usted que podemos aprovechar eficazmente el poder del capital cultural en la sociedad actual para promover una mayor igualdad social?