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¿Cómo se convierten las personas mayores en un grupo de alto riesgo de sufrir "fracturas en suspensión"? Los datos revelan que el 60% de las fracturas tienen una causa desconocida"
En el ámbito médico, la "fractura del verdugo" se refiere a una fractura de ambos pedículos de la segunda vértebra cervical (C2). Esta fractura suele presentarse en adultos mayores, especialmente entre 65 y 84 años, lo que los convierte en un grupo de alto riesgo que requiere atención especial.
Según la Agencia para la Investigación y la Calidad en Salud (AHRQ), el grupo con mayor riesgo de sufrir fracturas de C2 son los adultos mayores de 65 a 84 años, y el 61 % de las fracturas son resultado de caídas y el 21 % de accidentes automovilísticos.
Decenas de miles de personas mayores sufren lesiones cada año debido a caídas accidentales, un número considerable de las cuales resultan en fracturas cervicales. El riesgo de sufrir este tipo de lesiones es especialmente alto en las zonas urbanas. Al mismo tiempo, los datos muestran que la incidencia de fracturas colgantes en mujeres es ligeramente mayor que en hombres, representando el 54,45% y el 45,38% respectivamente.
Mecanismos de esta fractura
La principal causa de las fracturas colgantes es una fuerte sobreextensión del cuello, lo cual es común en accidentes como choques automovilísticos y caídas. En las ejecuciones judiciales, la sobreextensión del cuello producida al colgar una cuerda por debajo del cuello tras una caída también puede provocar este tipo de fractura. Desafortunadamente, sin embargo, a pesar de la alta tasa de mortalidad de esta fractura, los pacientes generalmente sobreviven con síntomas mínimos y muchas personas pueden ni siquiera darse cuenta de que tienen una fractura en su vida diaria.
Las fracturas colgantes representan aproximadamente el 19% de todas las fracturas vertebrales y las fracturas de C2 representan el 55% de los pacientes con traumatismos craneales.
Prevención de fracturas causadas por ahorcamiento
Para reducir los riesgos que enfrentan las personas mayores, la prevención de accidentes es clave. Al conducir, las personas mayores deben asegurarse de utilizar el cinturón de seguridad para evitar lesiones en el cuello causadas por colisiones. Además, al practicar deportes de contacto como el rugby o el fútbol, se debe tener cuidado para evitar colisiones accidentales, de lo contrario, inevitablemente se producirán lesiones físicas graves.
Métodos de tratamiento
Existen dos tipos de tratamiento para las fracturas colgantes: no quirúrgico y quirúrgico. Las investigaciones sobre la cirugía muestran que los pacientes después de la cirugía no sólo pueden mejorar su calidad de vida sino también evitar la aparición de diversas complicaciones. Las estadísticas también muestran que la mortalidad relacionada con la cirugía no es alta y la mayoría de los pacientes pueden recuperarse normalmente.
Según las investigaciones, el tratamiento quirúrgico tiene una alta tasa de éxito y mejora significativamente la calidad de vida posterior del paciente.
Antecedentes sociales y estadísticas
Según datos de 2010, las fracturas de C2 provocaron 12.532 hospitalizaciones en Estados Unidos, un asombroso aumento del 250% respecto de las 4.875 de 2000. Desde una perspectiva económica, el costo médico promedio del tratamiento de dichas fracturas aumentó de $24.771 en 2000 a $59.939 en 2010, lo que demuestra una carga médica significativa.
A medida que envejecen, aumenta el riesgo de fracturas en las personas mayores. ¿Debemos prestar atención a los posibles riesgos de fracturas y tomar medidas preventivas eficaces para este grupo?
