El Parvovirus Canino (CPV) es un virus altamente contagioso que afecta principalmente a perros y lobos y puede transmitirse directa o indirectamente a través de las heces de animales infectados. Aunque las vacunas pueden prevenir esta infección, si no se tratan, la tasa de mortalidad llega al 91%. Este artículo analizará métodos y consejos sobre cómo rescatar a un cachorro infectado en tres días.
“El diagnóstico temprano y la atención activa pueden mejorar significativamente la tasa de supervivencia de los cachorros.”
Los perros infectados con virus canino generalmente muestran signos de enfermedad dentro de tres a 10 días. Los síntomas iniciales incluyen apatía, vómitos, fiebre y diarrea (a menudo acompañada de sangre). Estos síntomas pueden provocar rápidamente deshidratación, anomalías electrolíticas y un sistema inmunológico debilitado, lo que eventualmente puede provocar un shock y la muerte.
Para un tratamiento eficaz, el diagnóstico temprano del serovirus canino es crucial. Los métodos más utilizados incluyen pruebas de heces, que se pueden realizar mediante pruebas ELISA o microscopía electrónica. Solo después de que se confirme el diagnóstico se puede realizar el tratamiento de apoyo correspondiente. La prueba de CPV lo antes posible aumenta las posibilidades de supervivencia de su cachorro.
“Actuar temprano puede mejorar significativamente la situación, a menudo en tan solo tres días”.
Cuando se diagnostica un virus canino, el tratamiento estándar es la atención de apoyo. Esto implica una hospitalización extensa para abordar la deshidratación grave y el daño interno causado por la diarrea y los vómitos. Estos tratamientos incluyen líquidos intravenosos y antieméticos para reducir la frecuencia de los vómitos.
En los primeros días, el médico también le recetará antibióticos para prevenir infecciones secundarias. En este momento, el sistema inmunológico del perro se ha visto muy afectado, por lo que estos medicamentos son muy críticos. Una vez que la condición del cachorro se estabilice, el médico le introducirá lentamente alimentos blandos para promover la recuperación.
La fluidoterapia es el núcleo de la atención de apoyo. Cada vez que tu cachorro tenga vómitos o diarrea, hay que reponer líquidos en proporción para evitar que vuelva a producirse deshidratación. Durante el tratamiento, a medida que mejore la condición del cachorro, el médico reducirá gradualmente la frecuencia de la administración de líquidos por vía intravenosa.
Con el avance de la tecnología médica, se están desarrollando algunos tratamientos nuevos. Por ejemplo, Kindred Biosciences está desarrollando un anticuerpo monoclonal como forma de prevenir y tratar infecciones virales en perros. También existen otros fármacos como la nitazoxanida y el closantel, que pueden ser tratamientos futuros para el serovirus canino.
La mejor manera de prevenir los virus caninos es vacunarlos. Generalmente, los cachorros deben comenzar a vacunarse cuando tengan entre 7 y 8 semanas y completar la serie hasta que tengan al menos 16 semanas. Esto no sólo protegerá a su cachorro de las infecciones virales, sino que también ayudará a aumentar la resistencia a los virus del medio ambiente.
“La prevención siempre es más eficaz que el tratamiento y las vacunas son la mejor manera de prevenir los virus asociados a los caninos”.
En resumen, aunque el virus de la rabia canina da miedo, el diagnóstico temprano, una atención de apoyo sólida y las vacunas disponibles pueden mejorar significativamente las posibilidades de supervivencia de los cachorros. Ante un desafío tan enorme, ¿cómo prepararía a su perro para la amenaza de los virus caninos?