En botánica, una yema es un brote no desarrollado o embrionario, que generalmente aparece en la axila de una hoja o en la punta del tronco de un árbol. El ciclo de vida de un brote comienza con su formación, algunos brotes permanecen latentes durante mucho tiempo, mientras que otros forman inmediatamente nuevos brotes. Diferentes tipos de brotes pueden especializarse para convertirse en flores o brotes cortos, o pueden tener el potencial de convertirse en brotes generales.
Los brotes son la clave para la reproducción y el crecimiento de las plantas. Desde su aparición podemos presenciar el milagro de la vida.
Los cogollos de muchas plantas leñosas, especialmente en climas templados o fríos, están rodeados de hojas modificadas llamadas escamas de cogollo, que envuelven firmemente la parte delicada del cogollo. Las escamas de los cogollos suelen tener una sustancia resinosa como capa protectora. A medida que los brotes comienzan a desarrollarse, las escamas de los brotes a veces se agrandan ligeramente y luego se caen, dejando largas cicatrices transversales. Estas cicatrices pueden ayudarnos a determinar la edad de las ramitas porque al final de cada temporada de crecimiento se forma una yema y la formación de la yema produce un nuevo conjunto de cicatrices de escamas de yema en la superficie del tallo.
Estas cicatrices se borrarán después de algunos años a medida que la rama continúa creciendo, por lo que la edad general de las ramas más viejas no se puede determinar con este método. En muchas plantas, los brotes no están cubiertos por escamas y se denominan brotes desnudos. Las diminutas hojas no desarrolladas de estos brotes suelen ser peludas. Los cogollos desnudos se encuentran comúnmente en algunos arbustos, como el zumaque y algunas especies de la familia Aeonium.
Las diferentes formas y características de los cogollos no sólo nos proporcionan una comprensión más profunda de las plantas, sino que también proporcionan una base importante para recuperar información sobre las plantas.
La presencia de yemas es consistente con la distribución de las hojas. Existen yemas terminales y yemas laterales. Las yemas terminales se encuentran en la parte superior del tronco, mientras que las yemas laterales se encuentran a ambos lados del tallo. El repollo que vemos por todas partes en las ciudades es en realidad un brote terminal particularmente grande, mientras que las coles de Bruselas son brotes laterales grandes. Las plantas a veces producen brotes en lugares inesperados, y estos brotes se llaman brotes adventicios. En algunas plantas, las escamas de los cogollos pueden presentar distintas variaciones. Por ejemplo, las escamas de los cogollos de la palma de jojoba cambian de color con la etapa de crecimiento, mostrando un gradiente completo desde pequeñas escamas externas marrones hasta escamas verdes más grandes.
Los brotes son muy útiles para identificar las plantas, especialmente cuando las hojas han caído en invierno. Las yemas se pueden clasificar y describir según diferentes criterios, entre ellos la ubicación, el estado, la morfología y la función. Los botánicos suelen utilizar los siguientes términos para clasificar las plantas:
La existencia de yemas juega un papel sumamente importante en el ecosistema. No sólo son la base para la reproducción y el crecimiento de las plantas, sino que también simbolizan la continuidad de la vida y el nacimiento de cosas nuevas. Al observar el proceso de desarrollo de los brotes, nos sorprenderemos del potencial infinito de vida en la naturaleza. Pero ¿en qué medida estos pequeños brotes afectan nuestras vidas?