La tendinitis calcificada es una afección común que ocurre cuando el calcio y el fósforo se depositan en el tendón, lo que a menudo causa dolor en el área afectada. Estos depósitos pueden aparecer en una variedad de lugares del cuerpo, pero el lugar más común es el manguito rotador del hombro. Alrededor del 80 por ciento de las personas con tendinitis calcificada experimentan síntomas, generalmente dolor crónico durante ciertos movimientos del hombro o dolor agudo que empeora, especialmente durante la noche.
La tendinitis calcificada generalmente se diagnostica mediante un examen físico y radiografías y, a menudo, se resuelve por sí sola.
Entre los adultos, los más comúnmente afectados son aquellos de 30 a 50 años y la enfermedad se presenta con el doble de frecuencia en mujeres que en hombres. Esta condición no está asociada con los deportes y fue descrita por primera vez por Ernest Codman en 1934 como calcificación del manguito rotador. En 1952, Henry Plenk llamó a esta condición "tendinitis calcificada".
Hasta un 20% de las personas con tendinitis calcificada no experimentarán ningún síntoma, ya que esto puede ser una parte integral de la tendinopatía. Para aquellos que presentan síntomas, estos varían dependiendo de la etapa de la enfermedad. Durante la “fase de formación” inicial, mientras se forman los depósitos de calcio, los pacientes tienen pocos síntomas además de un dolor de hombro ocasional e intermitente, especialmente al levantar el hombro hacia adelante.
Durante la "fase de absorción", cuando los depósitos de calcio se desintegran, muchos pacientes experimentan un dolor agudo e intenso que empeora durante la noche.
Estos pacientes a menudo rotan el hombro medialmente para aliviar el dolor y tienen dificultad para acostarse sobre el hombro afectado. Algunas personas pueden experimentar calor y enrojecimiento, así como un rango de movimiento limitado.
Los cambios fisiopatológicos en la tendinitis calcificada son la degeneración mixoide, que está en parte relacionada con la degeneración condrógena de los fibroblastos. Esto significa que los fibroblastos comienzan a funcionar como condrocitos y pueden depositar calcio en el tejido blando igual que lo hacen en el hueso. La calcificación en los tendones es un componente común de la tendinopatía.
La mayoría de estos depósitos se producen en múltiples ubicaciones del manguito rotador, siendo el más común de ellos el tendón supraescapular (63%), seguido del tendón subescapular (7%), la bursa subescapular (7%) y el tendón del subescapular (7%), tendón del bíceps femoral (3%) y tendón del subespacioleiforme (20%). La tendinitis calcificada generalmente se divide en tres etapas: primero, la etapa precalcificada, cuando algo hace que las células del tendón se transformen en células que pueden depositar calcio; segundo, la etapa calcificada, cuando se forman los depósitos de calcio y el cuerpo comienza a descomponerlos. Por último, está la etapa de postcalcificación, en la que los depósitos de calcio son reemplazados por tejido nuevo y el tendón cicatriza completamente.
TratamientoDurante la fase de formación, los depósitos se observan como hiperecoicos y en forma de arco; durante la fase de absorción, son hipoecoicos y en forma de lámina.
La primera línea de tratamiento para la tendinitis calcificada suele consistir en medicamentos antiinflamatorios no esteroides para aliviar el dolor y descansar la articulación afectada, que a veces incluyen fisioterapia para evitar la rigidez articular. Para quienes padecen de dolor intenso, las inyecciones de esteroides directamente en el área afectada suelen ser eficaces para aliviar el dolor, pero pueden interferir con la reabsorción de los depósitos de calcio. Para los pacientes que no mejoran con medicación y reposo, se pueden utilizar técnicas como la “acupuntura guiada por ultrasonido”, la “agitación” y la “inyección guiada por ultrasonido” para solucionar el problema.
Otro tratamiento común es la terapia de ondas de choque extracorpóreas, en la que se utilizan pulsos de ondas sonoras para eliminar los depósitos y promover la curación. Aunque el nivel de energía, la duración y el intervalo de los tratamientos no están estandarizados, la mayoría de los estudios muestran buenos resultados utilizando ondas de energía baja a moderada (menos de 0,28 mJ/mm₂).
La cirugía sólo se recomienda si el tratamiento conservador, no quirúrgico durante seis meses no ha logrado aliviar los síntomas. La cirugía generalmente es artroscópica y consiste en la eliminación de la calcificación o, a veces, una acromioplastia del hombro. Además, existe controversia sobre si es necesaria la eliminación completa de los depósitos o si la eliminación parcial proporciona el mismo alivio del dolor. Tanto la cirugía abierta de hombro como la cirugía artroscópica son operaciones difíciles, pero la tasa de éxito es tan alta como el 90% y aproximadamente el 10% requiere una nueva operación.
Si el depósito es grande, el paciente a menudo requiere una revisión del manguito rotador para reparar el defecto que queda en el tendón después de la eliminación del depósito, o para volver a unir el tendón al hueso, especialmente si el depósito está ubicado en la unión miotendinosa. . .
PronósticoCasi todas las personas con tendinitis calcificada se recuperan completamente con el tiempo y el tratamiento. Aunque el tratamiento puede ayudar a aliviar el dolor, los estudios de seguimiento a largo plazo muestran que la angustia de los pacientes finalmente mejora con o sin tratamiento.
EpidemiologíaLa tendinitis calcificada suele aparecer en adultos entre 30 y 50 años y es bastante rara en personas mayores de 70 años. La tasa de incidencia en mujeres es el doble que en hombres. Los factores que aumentan el riesgo de sufrir tendinitis calcificada incluyen anomalías hormonales (como diabetes e hipotiroidismo), enfermedades autoinmunes (como artritis reumatoide) y ciertas enfermedades metabólicas.
Las calcificaciones en el manguito rotador fueron descritas por primera vez en el libro de Ernest Codman de 1934, The Shoulder. En 1952, Henry Plenk utilizó el término "tendinitis calcificada" en su investigación sobre el tratamiento con rayos X de este tipo de calcificación.
A medida que profundizamos nuestra comprensión de la tendinitis calcificada, no podemos evitar preguntarnos qué tipo de secretos de salud pueden estar ocultos detrás de ella.