En el mundo actual, la superpoblación se ha convertido poco a poco en una realidad que nadie puede ignorar. Pero ¿cuáles son las implicaciones más profundas de esta cuestión? La investigación de John B. Calhoun puede darnos algo de inspiración. Su teoría del sumidero conductual describe el colapso conductual que los animales, e incluso los humanos, pueden experimentar en entornos superpoblados.
El experimento de Calhoun Los primeros experimentos de Calhoun comenzaron en 1947 en una granja de Maryland, EE.UU. Entre 1958 y 1962, realizó una serie de experimentos de superpoblación con ratas noruegas, creando lo que llamó una "utopía de ratas" en la que las ratas tenían acceso ilimitado a comida y agua, lo que permitió que su población creciera rápidamente.En estos grupos de ratones, Calhoun observó el surgimiento de un nuevo comportamiento social que llamó "hundimiento conductual".
En estos experimentos, se alteró la estructura social de los ratones y los patrones de interacción entre individuos cambiaron gradualmente. Muchas ratonas no pudieron concebir ni dar a luz con éxito, e incluso después de dar a luz con éxito, no pudieron cumplir con sus deberes maternales, mientras que el comportamiento de los ratones machos varió desde la desviación sexual hasta el canibalismo.
El impacto de la depravación conductualEn condiciones de alta densidad poblacional, la población de ratas exhibió un comportamiento extremadamente anormal. Por ejemplo, las ratas sólo comen en grupos, lo que provoca que un comedor esté abarrotado mientras que otras áreas parecen desiertas.
Los resultados de este experimento fueron impactantes: en el grupo más perdido, la tasa de mortalidad de los ratones jóvenes fue tan alta como 96%.
Calhoun también realizó otro experimento con ratas en 1968, esta vez llamado Universo 25, en el que la población de ratas alcanzó los 2.200 ejemplares, a pesar del diseño del entorno. La intención original era satisfacer las necesidades reproductivas de hasta 4.000 ratones. Finalmente, en este entorno densamente poblado, la población de ratas se extinguió.
Sin embargo, con el tiempo, la interpretación de la investigación de Calhoun se ha vuelto complicada. Algunos psicólogos han realizado experimentos similares y no han podido encontrar efectos negativos significativos, lo que cuestiona las conclusiones de Calhoun. Sin embargo, las muestras y los escenarios limitados son demasiado simplistas y este tema aún necesita ser examinado con cuidado.En ese momento, las principales preocupaciones de Calhoun eran los conflictos en la sociedad humana y las disfunciones que resultaban de dichos conflictos.
En la sociedad actual todavía existe superpoblación, especialmente en las zonas urbanas. Aunque el desarrollo de la tecnología moderna e Internet ha hecho nuestras vidas más cómodas, también ha afectado directamente a cambios en la fertilidad humana y la estructura social. En este punto, uno no puede evitar preguntarse: ¿el hacinamiento provocará que se repita en el futuro la situación descrita por Calhoun?
Algunas personas creen que este tipo de investigación nos proporciona nuevas ideas para reflexionar sobre el comportamiento humano y la organización social, y que deberíamos prestar más atención a la calidad de la interacción social que sólo a la cantidad. El trabajo de Calhoun no es sólo una observación del comportamiento animal, sino también una advertencia sobre su profundo impacto en la estructura social.
Pensando en el futuroHoy en día, con el continuo crecimiento de la población mundial, necesitamos encontrar soluciones efectivas al problema de la población. A partir de la investigación de Calhoun, ¿podemos reconocer la fragilidad del comportamiento humano y ajustar nuestro propio comportamiento social en consecuencia para evitar repetir los mismos errores? En un momento en que la sociedad y la demografía están experimentando grandes cambios, ¿cómo deben afrontar este desafío las futuras generaciones?