En el campo de la medicina moderna, el cáncer sigue siendo una de las principales causas de muerte en todo el mundo. Con el avance de la ciencia y la tecnología, los investigadores buscan constantemente tratamientos innovadores. El profesor Craig M. Crews es uno de estos científicos con visión de futuro. En la Universidad de Yale, su investigación se centró en la biología química y la tecnología de proximidad inducida, a través de la cual no sólo trazó un nuevo modelo para el tratamiento contra el cáncer, sino que también mostró nuevas esperanzas en el camino para salvar innumerables vidas.
La investigación del profesor Crews se utiliza para diseñar compuestos que inducen la degradación de proteínas específicas, un proceso conocido como degradación de proteínas centrada en el objetivo (TPD).
El profesor Crews co-desarrolló las llamadas "fusiones inductoras de degradación de proteínas" (PROTACs) en 2001. Estas moléculas no sólo son capaces de modificar las proteínas para su degradación, sino también de atacar con precisión a proteínas relacionadas con el cáncer que anteriormente se consideraban "intratables" y difíciles de atacar con medicamentos. Esta tecnología innovadora abre la posibilidad de desarrollar una nueva generación de medicamentos contra el cáncer y cambia fundamentalmente el concepto de su tratamiento.
En el tratamiento del cáncer, a muchas proteínas que son difíciles de tratar debido a la resistencia a los medicamentos, como MEK1, se les ha dado la oportunidad de ser conquistadas.
El profesor Cruz y su equipo desarrollaron el primer PROTAC en fase clínica en Yale, llamado ARV-471, que es un PROTAC dirigido a los receptores de estrógeno y que actualmente se encuentra en ensayos clínicos de fase III para el tratamiento del cáncer de mama metastásico. La colaboración con Pfizer permite que esta investigación reciba mayor financiación y apoyo de recursos, lo que demuestra una fuerte confianza en futuras aplicaciones médicas.
En 2019, Cruise fundó Halda Therapeutics para seguir avanzando en su investigación sobre otra clase innovadora de medicamentos dirigidos al cáncer: RIPTAC.
Además de sus contribuciones al ámbito académico, el profesor Cruise también ha transformado los resultados de sus investigaciones en métodos de tratamiento prácticos y ha establecido varias empresas de biotecnología para desarrollar medicamentos basados en la tecnología PROTAC. Arvinas, la empresa que fundó, se centra en el desarrollo de tratamientos para enfermedades como el cáncer y las enfermedades neurodegenerativas. Su perspicacia y su espíritu innovador intrépido se reflejan en cada paso del progreso.
A medida que la investigación del profesor Crews continúa avanzando, el futuro del tratamiento del cáncer parece más brillante. El creciente número de empresas médicas que invierten en este nuevo tipo de terapia representa las expectativas de la sociedad de opciones de tratamiento innovadoras. El éxito del profesor Cruz no sólo se refleja en una serie de medicamentos aprobados, sino también en el desafío a la mentalidad de toda la comunidad médica.
Sin embargo, a medida que se desarrollan estas terapias, no podemos evitar preguntarnos: ¿cuántas posibilidades desconocidas nos esperan para explorar y descubrir en futuros desafíos médicos?