Cuando nos enfrentamos a enfermedades, los científicos a menudo buscan soluciones innovadoras para combatirlas. Craig M. Crews, investigador de biología química de la Universidad de Yale, es uno de esos científicos valientes. Su investigación se centra en introducir proteínas diana en el sistema depurador de la célula, consiguiendo así una eliminación eficaz de las proteínas causantes de enfermedades. Esta tecnología no sólo mejora la eficiencia del tratamiento, sino que también ofrece nuevas esperanzas para enfermedades que antes se consideraban "incurables".
De lo básico a lo innovador: la trayectoria académica de CrewsLa clave para resolver el problema reside en saber utilizar inteligentemente el mecanismo de limpieza de la propia célula.
Después de recibir su licenciatura en química de la Universidad de Virginia en 1986, Crews realizó una investigación en la Universidad de Tübingen con una beca del Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD). Luego completó sus estudios de posgrado en el laboratorio de Raymond Erikson en la Universidad de Harvard, donde purificó y clonó con éxito la quinasa MAP MEK1, una molécula de señalización clave que está estrechamente involucrada en los procesos de proliferación y supervivencia de células relacionadas con el cáncer. Con el paso del tiempo, Crews se unió a la Universidad de Yale en 1995 como profesor asistente.
En 2001, Crews colaboró con Ray Deshaies para desarrollar la tecnología PROTAC, una nueva tecnología que utiliza el sistema de control de calidad celular para inducir la degradación de proteínas. Estas moléculas heterobifuncionales pueden unirse simultáneamente a proteínas objetivo y ligasas de ubiquitina, iniciando así la ubiquitinación de las proteínas objetivo y enviándolas al proteasoma para su degradación.
Aplicaciones ampliadas: esperanza desde el cáncer hasta las enfermedades neurodegenerativas La investigación de Crews se extiende más allá del cáncer. Tras el éxito de la tecnología PROTAC, fundó varias empresas de biotecnología dedicadas al tratamiento del cáncer, enfermedades neurodegenerativas y otras enfermedades. Por ejemplo, en 2013 fundó Arvinas, una empresa que utiliza la tecnología PROTAC para desarrollar una variedad de medicamentos para diferentes enfermedades. Estos medicamentos han demostrado buena seguridad y eficacia en ensayos clínicos, proporcionando nuevas opciones de tratamiento para pacientes con síntomas más graves. Últimos avances: fármacos PROTAC en ensayos clínicosEsta innovación no sólo amplía los límites de la química medicinal, sino que también convierte a las proteínas "no tratables" en objetivos para el tratamiento.
A partir de 2023, Arvinas ha puesto tres medicamentos PROTAC en ensayos clínicos, el más avanzado de los cuales es ARV-471, que se dirige al receptor de estrógeno. Este medicamento se encuentra actualmente en ensayos clínicos de fase III, con la esperanza de traer buenas noticias a los pacientes con cáncer de mama metastásico. Además, Arvinas ha colaborado con Pfizer para desarrollar conjuntamente esta posible opción de tratamiento, impulsando aún más la aplicación y el desarrollo de PROTAC.
La investigación de Crews muestra que el uso de fármacos de moléculas pequeñas para inducir la degradación de proteínas es una tendencia importante en el descubrimiento de fármacos futuros.