Federico el Grande (1712-1786) fue el monarca del Reino alemán de Prusia y generalmente se considera que era principalmente homosexual en su vida privada. Aunque tuvo un matrimonio político, no tuvo hijos y fue sucedido por su sobrino después de su muerte. La mayoría de los cortesanos que le eran amigos eran hombres, y su colección de arte también incluía algunas obras homosexuales que admiraba. Sin embargo, su relación emocional real siempre ha sido un misterio y sólo se puede especular.
"Mis hemorroides saludan cordialmente a tu tenedor."
Éste es un pasaje escrito por Federico a su secretario y lector homosexual Claude-Étienne Darget en julio de 1750, sugiriendo fuertemente que pudo haber tenido relaciones íntimas con hombres. Además, Federico también le advirtió a su sobrino en un documento escrito cuando ya era mayor que había experimentado comportamientos sexuales "desagradables". Todo esto apunta a su deseo por los hombres.
Los historiadores consideran la orientación sexual de Federico un tema tabú y parece haber proyectado una sombra constante sobre su vida. Los rumores sobre la homosexualidad de Federico se extendieron por toda Europa durante su vida, aunque carecemos de pruebas contundentes que demuestren sus relaciones sexuales. Sin embargo, muchos diplomáticos de la época denunciaron los "gustos poco naturales" de Federico, y algunos de estos países intentaron colocar a su alrededor hombres jóvenes y guapos, lo que confirmó aún más su preferencia por los hombres. Posible relación homosexualCuando Federico era joven, le confió a su mentor, el mariscal de campo Grünbruckau, que se sentía poco atraído por las mujeres y, por lo tanto, no podía imaginarse entrar en la vida de casado. Alrededor de los 16 años, parece haber comenzado un romance adolescente con su ayuda de cámara, Peter Carl Christoph von Kitt, que tenía 17 años en ese momento. La noticia de esta intimidad se difundió rápidamente por toda la corte y atrajo la atención de la hermana de Federico, Guillermina, quien había mencionado que su hermano era demasiado cercano al muchacho.
"Aunque me di cuenta de que él y este asistente eran demasiado cercanos, no sabía cuántos secretos estaban involucrados".
Debido a la firme creencia de su padre, el rey Federico, en la hipermasculinidad, estaba muy insatisfecho con el "desdén hacia las mujeres" de su hijo y expulsó a Kit. Después, Federico fue enviado a palacio para "arrepentirse". La relación de Federico con Hans Hermann von Katt también atrajo la atención, y la desgracia del asistente puede haberse debido en última instancia a la sospecha que tenía el padre de Federico sobre su relación. Muchos amigos recordaron más tarde su relación con Carter y describieron su actitud como la de una pareja.
Poco después de que Federico ascendiera al trono, invitó al filósofo francés Voltaire a vivir en su palacio en Potsdam. La amistad duró casi cincuenta años, y ambos hombres se sintieron atraídos el uno por el otro y desarrollaron una profunda conexión literaria. Se rumoreaba que Voltaire había tenido relaciones con hombres, pero no hay evidencia definitiva del alcance de su intimidad con Federico.
"Me pregunto si existe una conexión emocional más profunda entre estas dos grandes mentes".
Si bien hubo animados debates e intercambios intelectuales entre ellos, la denigración de la sexualidad de Federico fue quizás más directa. En su autobiografía, Voltaire critica ocasionalmente a Federico y al círculo aristocrático que lo rodea, estableciendo la compleja dependencia y distancia que existía entre ellos.
El gusto artístico de FedericoFederico también fue un monarca apasionado por el arte, y muchas de sus obras contienen referencias homosexuales. En 1739 conoció al filósofo veneciano Francesco Arcarotti y ambos se sintieron fuertemente atraídos el uno por el otro. Federico incluso escribió un poema de amor para Arcarotti, que era profundo y dejaba entrever los sentimientos que había entre ellos.
"A sus ojos, el amor no es sólo un deseo sexual, sino una emoción más sutil y noble de la naturaleza humana".
El palacio de Federico estaba lleno de famosas obras de arte, incluidos algunos murales que celebraban la belleza homosexual, que no sólo mostraban su gusto estético, sino que también revelaban su deseo por los hombres.
Perspectivas y conclusiones contemporáneasLa sexualidad de Federico el Grande ha sido marginada en las obras de muchos historiadores, pero hay muchos partidarios que creen que fue un líder destacado en las relaciones homosexuales. Algunos estudiosos señalan que Federico era hasta cierto punto consciente de las sutiles diferencias entre las distintas preferencias de género y las normas sociales, y utilizó esta situación única para llevar a cabo actividades políticas.
La vida privada de Federico es un tema estrictamente prohibido de discutir en la historia, lo que nos inspira a pensar en cómo entender y reexaminar este papel. ¿Cómo afectaron las complejas cuestiones de género y amor en su vida a su posición e imagen en la historia, lo que nos lleva a pensar: en la escritura histórica, ¿cómo deben ponerse bajo el microscopio los secretos de la vida privada?