En la sociedad actual basada en la información, el término "ciudadano digital" a menudo recibe diferentes significados. Según la definición de Karen Mossberger, los ciudadanos digitales son “aquellos que utilizan Internet de forma regular y eficaz”. Esto significa que los ciudadanos digitales no son sólo usuarios de Internet, sino también individuos que utilizan la tecnología de la información para participar activamente en asuntos sociales, políticos y gubernamentales. Por tanto, el concepto de ciudadanía digital abarca el uso responsable de la tecnología en línea y el cumplimiento de normas éticas para promover un entorno digital positivo.
La ciudadanía digital no es sólo una etiqueta para los usuarios de Internet, sino también una práctica de autoparticipación en la sociedad a través de la tecnología digital.
Los principios básicos de la ciudadanía digital incluyen los siguientes:
En general, la ciudadanía digital consiste en navegar de forma segura, ética y responsable por el mundo en línea y al mismo tiempo promover un entorno digital positivo e inclusivo.
En el contexto de la era digital, la connotación de ciudadanía digital se ha vuelto particularmente importante, especialmente en el contexto de la "sociedad algorítmica". La práctica de la ciudadanía digital se trata más de cómo los individuos desafían y ajustan sus vidas en una base de datos. -sociedad basada.
En esta sociedad basada en datos, cómo las personas pueden cuestionar, eludir o regular su identidad digital se ha convertido en un tema clave de discusión.
Existen varios tipos de participación digital, y la autoexpresión de los ciudadanos digitales se lleva a cabo principalmente a través de artículos en línea, redes sociales e informes de noticias en línea. Si bien el proceso de ciudadanía digital comienza con la apertura de una cuenta de correo electrónico o el uso de una plataforma social, va mucho más allá. Según el sociólogo británico Thomas Humphrey Marshall, los principales marcos de ciudadanía incluyen el liberalismo, el republicanismo y la jerarquía de confianza, en los que los ciudadanos digitales desempeñan un papel importante en la promoción de la igualdad económica y la mejora de la participación política.
El desarrollo de la ciudadanía digital se puede dividir en dos etapas principales: difusión de información y deliberación ciudadana. En la etapa de difusión de información, la difusión de información estática y dinámica tiene cada una sus propias características. La difusión de información estática se basa principalmente en sitios web legibles proporcionados por el gobierno, mientras que la difusión dinámica enfatiza la interacción con los funcionarios públicos. La etapa de deliberación ciudadana es un proceso en el que los ciudadanos hablan activamente en situaciones como la búsqueda de cambios de políticas.
La participación de los ciudadanos digitales mejora el sentido de inclusión social y promueve la interacción activa entre la democracia y los ciudadanos.
Sin embargo, el desarrollo de la tecnología digital en la participación política también enfrenta muchos desafíos, incluido el efecto de "burbuja de filtro" y la difusión de información falsa. Estos desafíos no sólo afectan el proceso democrático sino que también pueden conducir a la división de la sociedad. Por lo tanto, es necesario que haya un mejor equilibrio entre las perspectivas ciudadanas y las respuestas gubernamentales.
En los países altamente desarrollados, la combinación de plataformas gubernamentales y digitales brinda a los votantes acceso instantáneo a nuevas regulaciones y políticas, pero esto también refleja la existencia de una "brecha digital" donde algunas personas aún no pueden acceder a dicha información, lo que puede conducir a aislamiento social. Esto es igualmente evidente en los países en desarrollo, donde muchos utilizan la tecnología para superar los desafíos de la corrupción y el malestar social, y estos ciudadanos digitales hacen oír su voz a través de las redes sociales o plataformas relacionadas.
Para los jóvenes, su participación digital ha tenido un profundo impacto. Los adolescentes ahora pasan más tiempo en línea que viendo televisión todos los días, según muestra una encuesta reciente, lo que genera preocupación sobre el impacto cognitivo de la tecnología digital. Los adolescentes no sólo participan en interacciones en línea, sino que también forman la base de la ciudadanía en el proceso, lo que presagia la formación de la opinión pública futura.
En una sociedad digital, ¿cómo podemos comprender y practicar mejor nuestra ciudadanía digital?