Las pruebas de flujo lateral (LFT), también conocidas como dispositivos de flujo lateral o pruebas rápidas, han desempeñado un papel fundamental en el diagnóstico médico en los últimos años, especialmente en las autopruebas para mujeres embarazadas. Estos sencillos dispositivos de prueba no sólo son eficaces, sino que también permiten a los usuarios obtener resultados fácilmente a un coste mínimo, lo que sin duda ha cambiado la forma en que gestionamos la fertilidad y la salud. En particular, la popularidad de las pruebas de embarazo caseras ha permitido a las mujeres someterse a importantes controles de salud en un ambiente confortable.
"Estas pruebas son sencillas y asequibles y, por lo general, solo tardan entre cinco y 30 minutos en mostrar los resultados".
El principio básico de la prueba de flujo lateral es utilizar tecnología de cromatografía de afinidad para detectar sustancias objetivo mostrando visualmente los resultados al hacer fluir una muestra líquida a través de una serie de sustratos con moléculas reactivas. La prueba no requiere equipo especializado y se puede realizar en casa, lo cual es una gran noticia para las mujeres embarazadas ocupadas.
"En nuestras vidas ocupadas, cuando no podemos ir al hospital, pruebas como esta nos permiten comprender nuestra condición física por nosotros mismos."
La historia de la tecnología de flujo lateral se remonta a la cromatografía en papel en la década de 1940. Posteriormente, con el desarrollo de la tecnología de ensayo inmunoabsorbente ligado a enzimas (ELISA) en 1971, las pruebas de flujo lateral fueron tomando forma gradualmente. Desde 1988 han surgido varias patentes, lo que indica que la competencia en este campo se está intensificando.
Las pruebas de flujo lateral se pueden dividir en dos categorías: pruebas competitivas y pruebas tipo sándwich. El primero se utiliza a menudo para analitos pequeños, mientras que el segundo es adecuado para la detección de moléculas más grandes. Estos diferentes tipos de pruebas brindan a las pruebas de flujo lateral una amplia gama de aplicaciones potenciales, ya sea en diagnósticos domésticos o en pruebas de laboratorio.
"La prueba del sándwich se utiliza más comúnmente como prueba de embarazo casera, que detecta la gonadotropina coriónica humana (hCG) en la orina".
Durante la pandemia de COVID-19, las pruebas de flujo lateral han demostrado sus ventajas en la detección rápida. A partir de 2020, el Reino Unido realizó una serie de estudios para evaluar la sensibilidad de estas pruebas, durante los cuales hubo muchas impugnaciones y revisiones de los productos comercializados. No obstante, estas pruebas rápidas se han convertido en una herramienta importante en la detección comunitaria, mejorando efectivamente la eficiencia de la prevención y el control de epidemias.
“Para poblaciones con altas tasas de infección, estas pruebas pueden proporcionar resultados rápidos para ayudar a tomar decisiones rápidas”.
Aunque el rendimiento de las pruebas de flujo lateral en muchas aplicaciones posteriores es relativamente maduro, con el desarrollo continuo de la tecnología, todavía hay margen para mejorar la sensibilidad y precisión de sus pruebas. En el futuro, gracias a la inversión continua en tecnología, podremos esperar la aparición de una herramienta de diagnóstico más sencilla y precisa, especialmente en la gestión de la salud familiar.
"En el futuro de los diagnósticos domésticos, ¿cómo cree que las pruebas de flujo lateral afectarán aún más nuestras vidas?