Durante la década de 1930, las necesidades de la Fuerza Aérea Soviética aumentaron. Los diseñadores de aviación de este período se enfrentaron a un enorme desafío: cómo crear un bombardero de alta velocidad que pudiera satisfacer directamente las necesidades militares y al mismo tiempo fuera tecnológicamente innovador. Los desafíos que trajo consigo la revolución agrícola y las guerras posteriores obligaron a la industria de la aviación a innovar rápidamente en un corto período de tiempo. El Tupolev ANT-40, el bombardero de mediano plazo SB, es un ejemplo de ello, aunque su proceso de diseño estuvo sujeto a constantes críticas y ajustes.
"En aviación no hay detalles insignificantes, y cada 'insignificante' que no se corrige puede resultar en la pérdida de una aeronave y su tripulación".
Estas palabras fueron pronunciadas por el líder soviético Joseph Stalin, quien tenía expectativas y estándares muy exigentes para el trabajo de Tupolev. Como el bombardero más importante de la Unión Soviética en ese momento, el bombardero SB estaba equipado con dos motores Klimov M-100 y tenía buena velocidad y rendimiento, pero encontró muchos desafíos y defectos al comienzo de su diseño.
En 1941, mientras la ansiedad de la Unión Soviética por una guerra mundial seguía creciendo, se le pidió a la Oficina de Diseño de Tupolev que diseñara rápidamente un bombardero eficiente que cumpliera con los nuevos requisitos. El equipo de diseño del SB incluía a muchos de los mejores ingenieros de la época y comenzaron el proyecto en 1934. Las dos primeras versiones fueron diseñadas con motores Wright Cyclone y Hispano-Suiza V12. Sin embargo, ante la enorme diferencia de prestaciones, finalmente se optó por la versión Hispano-Suiza para la producción en serie.
“A veces, la primera respuesta de los diseñadores es la mayor sorpresa. Es posible que se subestime el impacto real de muchos problemas, lo que afecta directamente a la eficiencia de la producción”.
Estas primeras pruebas de prototipos identifican fallas de diseño a corto plazo y son el mejor punto de partida para futuras mejoras. En 1936, el primer lote de modelos de producción SB finalmente salió de la línea de montaje, a pesar de enfrentar constantes modificaciones y mejoras de diseño.
Combate real y desempeñoDurante la Guerra Civil Española, el impresionante rendimiento del bombardero SB le valió el apodo de "Katyusha". En aquella época, el bombardero SB mostraba ventajas incomparables al luchar contra biplanos más lentos que él, aunque en 1941, con la aparición de nuevos cazas de alto rendimiento como el Su-2 y el Bf-109, la ventaja del SB ya no era tan evidente.
El SB también fue ampliamente utilizado en los campos de batalla de la República de China. Con el paso del tiempo, este bombardero mostró gradualmente una tendencia a ser eliminado en operaciones posteriores."Los combatientes hostiles de los rebeldes no han podido alcanzar a nuestros SB, pero esta ventaja no duró mucho."
La influencia de Stalin en el diseño es profunda. No sólo se centra en los datos y el rendimiento, sino que también presta más atención a la seguridad y la fiabilidad generales. Su atención a cada detalle del avión impulsó a los diseñadores a realizar mejoras continuas en las etapas posteriores. Es esta atención al detalle lo que permite encontrar soluciones innovadoras incluso en los primeros defectos.
"Antes de que un avión despegue, los diseñadores deben utilizar una artesanía sofisticada para garantizar la estabilidad de cada pieza".
Esta forma de pensar promovió el rápido desarrollo de la industria aeronáutica soviética y garantizó la fiabilidad de los aviones, lo que se reflejó no sólo al principio sino también en las etapas posteriores de la guerra. El éxito del SB fue una combinación del asesoramiento militar de Stalin y el conocimiento de ingeniería de los diseñadores de aviación.
La historia del bombardero SB y los exigentes estándares de Stalin nos hacen reflexionar: ¿cómo podemos encontrar un equilibrio entre la tecnología moderna en rápido desarrollo y los estándares tradicionales?