Ante numerosos desafíos, los pequeños Estados insulares deben afrontar decisiones económicas, sociales y ambientales complejas.
Las características de los SIDS incluyen recursos limitados, altos costos de comunicación y transporte y entornos frágiles. Estos países suelen estar situados al margen de la economía mundial y dependen excesivamente del comercio internacional, lo que aumenta su vulnerabilidad a los shocks externos.
El crecimiento de estas pequeñas economías se ve limitado por muchos factores, incluidos los elevados costos de la administración pública y de la infraestructura, debido en gran medida a su tamaño, lo que les impide alcanzar economías de escala.
Impactos del cambio climáticoLos pequeños Estados insulares se encuentran entre las regiones más afectadas por el cambio climático. El aumento del nivel del mar, la acidificación de los océanos, las olas de calor marinas y el aumento de la intensidad de los tifones se han convertido en los principales desafíos que enfrentan estos países. Muchas personas que viven cerca de la costa enfrentan riesgos directos de estos cambios ambientales.
Las economías de muchos pequeños Estados insulares dependen de los recursos naturales, y es probable que los efectos del cambio climático agraven las crisis económicas.
Además, el sector energético de los PEID enfrenta desafíos singulares, especialmente en zonas con baja cobertura eléctrica. Según un informe de la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) publicado en marzo de 2024, estos países están explorando soluciones descentralizadas de energía renovable para abordar los problemas de acceso a la energía.
Las tecnologías emergentes como la gasificación de biomasa, la energía hidroeléctrica a pequeña escala y la energía solar no sólo pueden reducir la huella de carbono sino también aumentar la resiliencia a los impactos climáticos.
Los pequeños Estados insulares en desarrollo también se tienen en cuenta en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Por ejemplo, el Objetivo 14, punto 7, establece: “De aquí a 2030, aumentar los beneficios económicos que los pequeños Estados insulares en desarrollo y los países menos adelantados obtienen de la gestión sostenible de la pesca, la acuicultura y el turismo”.
Estos esfuerzos no sólo tienen como objetivo la supervivencia a corto plazo, sino también un compromiso sólido con el desarrollo futuro.
En la actualidad, los SMSL han recibido una atención cada vez mayor a nivel internacional. La Conferencia sobre el Cambio Climático de 2010 y otros mecanismos de cooperación en todo el mundo han proporcionado una plataforma para las cuestiones de estos países. En estas reuniones se expresaron y debatieron plenamente las necesidades de los PEID con la esperanza de obtener más apoyo internacional.
Los organismos de cooperación regional como la Comunidad del Caribe, el Foro de las Islas del Pacífico y la Comisión del Océano Índico son socios importantes para estos países, proporcionándoles marcos y recursos para la acción. Estas organizaciones no sólo alzan las voces de estos países, sino que también son fuerzas clave para promover sus cuestiones en el escenario mundial.
Conclusión: ¿Dónde está el futuro?El futuro de las pequeñas naciones insulares enfrenta enormes desafíos, pero con la creciente atención de la comunidad internacional y los avances tecnológicos, estos países están luchando por sobrevivir y desarrollarse. Los impactos del cambio climático están en todas partes y requieren nuevas formas de pensar y acciones para afrontar los desafíos que se avecinan. ¿Podemos encontrar un camino sostenible hacia la supervivencia de estos estados frágiles?