La migraña abdominal (MA) es una enfermedad funcional que generalmente ocurre durante la infancia y la adolescencia y no tiene un mecanismo patológico claro ni una anomalía bioquímica. Muchos niños experimentan ocasionalmente dolor abdominal central intenso, junto con síntomas de migraña, como náuseas, vómitos, dolor de cabeza intenso y palidez.
El diagnóstico de la migraña abdominal se basa en criterios clínicos y en la exclusión de otros trastornos. La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos no ha aprobado ningún tratamiento farmacológico para la migraña abdominal, y el objetivo del tratamiento es principalmente prevenir los ataques, generalmente a través de intervenciones no farmacológicas.
La característica principal de la migraña abdominal es el dolor abdominal medio, que es agudo e intermitente, con una duración promedio de aproximadamente 17 horas cada vez. Los informes indican que la duración de estos episodios puede variar entre dos horas y setenta y dos horas. Aunque se ha informado que el dolor es difuso y cólico, la mayoría de los pacientes lo describen como sordo y localizado alrededor del ombligo.
El 91% de los pacientes experimentan anorexia, entre el 73% y el 91% experimentan náuseas, entre el 35% y el 50% experimentan vómitos y entre el 93% y el 100% experimentan palidez. Generalmente el ataque termina abruptamente.
La migraña abdominal se asocia con alteraciones específicas del eje intestino-cerebro, desregulación vascular, cambios en el sistema nervioso central y factores genéticos. Además, los factores psicológicos pueden influir en la fisiopatología de la migraña abdominal, especialmente en niños que sufren abusos o acontecimientos estresantes.
Muchos desencadenantes típicos pueden causar ataques de migraña abdominal, entre ellos el estrés relacionado con el trabajo y la familia, los patrones de sueño irregulares, el ayuno prolongado y la privación de alimentos, la deshidratación, los viajes y los alimentos con alto contenido de aminas.
La migraña abdominal y otras migrañas tienen una fuerte tendencia familiar y ciertas mutaciones genéticas pueden involucrar el componente genético del tráfico de la membrana celular (canalopatía).
Al diagnosticar la migraña abdominal, se deben excluir cuidadosamente los trastornos orgánicos como fuente de los síntomas del niño y considerar el estado funcional del paciente. Una historia clínica completa y un examen físico son esenciales, y cualquier posible signo de advertencia debe ser examinado cuidadosamente.
TratamientoDebido a la escasez de estudios en la literatura, existen pocas recomendaciones de tratamiento para la migraña abdominal. La mayoría de los tratamientos se basan en la experiencia y algunos estudios en poblaciones pediátricas. Al tratar las migrañas abdominales, los médicos pueden encontrar útil el acrónimo ESTRÉS, que significa manejo del estrés, consejos de viaje, descanso, síntomas de emergencia, luces intermitentes y evitar ciertos bocadillos.
Aunque no se han realizado ensayos aleatorios específicos que evalúen los efectos de la biorretroalimentación y el asesoramiento para el tratamiento de la migraña abdominal, se cree que estas intervenciones son potencialmente útiles si el estrés emocional es un factor que contribuye a la migraña.Pronóstico
Las migrañas abdominales pueden tener un impacto significativo en la vida diaria y los niños pueden faltar a la escuela u otras actividades. Muchos pacientes finalmente se recuperan.
EpidemiologíaLas migrañas abdominales afectan principalmente a los niños y son una causa común de dolor abdominal crónico, presentándose en un 9% o un 1% de los casos. La afección es relativamente rara en adultos, pero aquellos diagnosticados cuando son niños pueden seguir experimentando migrañas cuando son adultos.
Aunque ahora se reconoce que la migraña abdominal es una fuente común de dolor abdominal crónico en niños, aún es necesario realizar más investigaciones sobre su patogenia y tratamiento. ¿Por qué este doloroso síntoma todavía afecta a muchos niños?