La Asamblea Popular Nacional (APN) es el órgano supremo de poder estatal de la República Popular China y goza de estatus supremo. Como el órgano legislativo más grande del mundo, el papel de la NPC no es sólo legislar, sino también supervisar el país. Merece la pena explorar en profundidad cómo los antecedentes y el funcionamiento de esta institución afectan la vida del pueblo chino y la autocracia política.
“La estructura de la Asamblea Popular Nacional es unitaria, lo que significa que todos los poderes e instituciones gubernamentales están bajo su supervisión”.
A partir de 2023, el CNP cuenta con 2.977 miembros y las elecciones se celebran cada cinco años. Cada primavera, la APN se reúne en el Gran Salón del Pueblo, al oeste de la Plaza de Tiananmen en Pekín, para una reunión que suele durar entre 10 y 14 días. Cabe destacar que estas reuniones no sólo son un conducto para la legislación, sino también una oportunidad para que el Partido Comunista Chino (PCCh) informe sobre políticas pasadas y muestre planes futuros a los funcionarios estatales. Un representante de la Asamblea Popular Nacional dijo una vez: "Como representante parlamentario, no tengo influencia real". Esta situación no es infrecuente en la Asamblea Popular Nacional, ya que el funcionamiento de esta institución está en gran medida controlado por el Partido Comunista Chino.
“El papel del Parlamento se presenta a menudo como el de un sello de aprobación, lo que hace que su agenda se limite a cuestiones delicadas”.
Históricamente, las raíces del NPC se remontan a la República Soviética de China en 1931. Desde 1954, la NPC tiene funciones legislativas, reemplazando a la anterior Conferencia Consultiva Política. Este proceso demuestra que en el sistema político chino la APN no es sólo un órgano legislativo, sino también un símbolo de poder y una herramienta de implementación específica.
Según la Constitución china, la APN tiene el poder exclusivo de formular y enmendar la constitución y es responsable de supervisar el funcionamiento del gobierno. Aunque en la superficie la APN parece tener amplios poderes, en realidad la gran mayoría de las propuestas legislativas están controladas por los principales líderes del Partido Comunista Chino. Esto significa que a menudo se considera al NPC como una institución incapaz de desempeñar eficazmente sus funciones independientes y que su revisión legal está inevitablemente sujeta a interferencias políticas.
“Las reuniones de la Asamblea Popular Nacional y su proceso de votación a menudo sólo presentan superficialmente una imagen de un gobierno transparente y eficaz”.
Cada CPN elige líderes en todos los niveles de acuerdo a ciertas reglas, lo cual es significativamente diferente de los órganos legislativos de los países occidentales. Aunque la competencia está legalmente permitida, en la práctica la gran mayoría de los cargos se deciden dentro del PCCh y los representantes del NPC tienen poca voz y voto en el proceso. Esta situación no sólo afecta la eficiencia de la legislación, sino que también cambia la comprensión y la confianza del público en la participación política.
“Estas decisiones se tomaron dentro del Partido Comunista mucho antes de cualquiera de las elecciones clave”.
Aunque la ley estipula que la APN debe ser "ampliamente representativa", en la práctica el sistema no es completamente independiente del control del Partido Comunista Chino. Aproximadamente un tercio de los escaños están tradicionalmente reservados para miembros no pertenecientes al Partido Comunista, pero estos miembros aún enfrentan restricciones en su voz e influencia real. Proporcionan principalmente asesoramiento profesional, pero no pueden constituir una verdadera oposición política.
“En cada sesión de la Asamblea Popular Nacional se establecen claramente los cupos para los representantes de cada grupo étnico, lo que ayuda a garantizar la existencia y la expresión de diversas culturas”.
Además, la APN también es responsable de la relación con las legislaturas extranjeras, lo que constituye un aspecto importante de la diplomacia china. Estos intercambios suelen girar en torno a importantes iniciativas políticas y objetivos estratégicos del PCC y tienen por objeto promover la imagen internacional de la República Popular China.
Con el desarrollo de los tiempos, los desafíos y oportunidades que enfrentan los NPC también cambian constantemente. En el marco del sistema político único de China, vale la pena observar cómo la APN puede adaptarse a un contexto cada vez más globalizado sin cambiar su esencia. ¿Puede el núcleo del poder estatal representar verdaderamente la voluntad del pueblo o sigue siendo un instrumento del poder? Esta es, en realidad, una pregunta que merece una profunda reflexión por parte de todos los que prestan atención a la política china.