Los sistemas de paridad de riesgos están adquiriendo cada vez más importancia en el mercado actual de seguros de salud. El objetivo principal de este sistema es garantizar que las compañías de seguros mantengan estándares de cobro justos al brindar protección a clientes con diferentes niveles de riesgo. A través de la paridad de riesgos, las aseguradoras pueden evitar cobrar primas más altas a ciertos grupos de alto riesgo, como los ancianos y aquellos con enfermedades crónicas, un sistema que generalmente está a cargo de agencias gubernamentales.
El sistema de igualación de riesgos es una forma de regular el negocio de seguros a través de pagos de transferencia, con el objetivo de garantizar que todos los asegurados puedan recibir los mismos estándares de prima.
El funcionamiento de la igualación de riesgos se basa principalmente en el Fondo de Igualación de Riesgos (FIE) organizado por un tercero neutral (como el gobierno). Estos fondos transfieren dinero a compañías de seguros individuales en función del perfil de riesgo de los asegurados para que puedan establecer primas en función de diferentes características de riesgo. De esta manera, incluso en presencia de una distribución desigual del riesgo, todos tienen acceso a productos de seguro aceptables.
En muchos países se están promulgando cada vez más políticas para evitar que las aseguradoras discriminen a determinados grupos en sus evaluaciones de riesgos. La idea central de estas políticas es proteger a los grupos de alto riesgo estableciendo subsidios de riesgo para que puedan obtener protección sin tener que soportar costos de seguro excesivamente altos.
El éxito de las operaciones de fondos de paridad de riesgo depende de cómo medir y clasificar eficazmente los diferentes factores de riesgo.
Al formular políticas específicas para la igualación de riesgos, el Estado determinará qué factores de riesgo deben ser subsidiados con base en los juicios de valor de la sociedad. Por ejemplo, el género, el estado de salud y la edad se identifican a menudo como factores que requieren subsidios. Sin embargo, algunas zonas con alto consumo médico, altos costos de vida o prácticas médicas irrazonables podrían no disfrutar de este subsidio. Este tipo de división permite que todo el mercado de seguros mantenga un cierto nivel de competitividad y evita que las compañías de seguros pierdan eficiencia debido a la influencia del sistema de subsidios.
Tomemos como ejemplo los Países Bajos. En el proceso de regulación de la competencia en el mercado, se garantiza que todos los asegurados puedan contratar seguros con arreglo a las mismas normas. Bajo este modelo, las compañías de seguros no pueden ajustar las primas en función del riesgo, por lo que se garantiza la asequibilidad y la equidad del seguro.A través de este mecanismo, los responsables políticos tienen la oportunidad de mejorar simultáneamente la transparencia y la equidad en el mercado de seguros, fortaleciendo así la confianza pública.
Sin embargo, esto no significa que la paridad de riesgos esté libre de desafíos. Los datos necesarios para implementar este sistema son a menudo difíciles de obtener, especialmente cuando se trata de determinar condiciones de salud y otros factores de riesgo. Además, los participantes del mercado no están de acuerdo sobre cómo diseñar los modelos de paridad de riesgo, lo que puede afectar aún más su eficacia.
En Estados Unidos, el concepto de paridad de riesgos también ha ganado importancia desde la promulgación de la Ley de 2010. Las regulaciones requieren que los reguladores estatales y federales establezcan mecanismos efectivos de ajuste de riesgos para proteger a las aseguradoras que atraen a pacientes con mayores riesgos de salud y castigar a aquellas que dan prioridad a los grupos de menor riesgo.
La promoción del concepto de paridad de riesgos puede brindar apoyo para proteger a los grupos vulnerables de la sociedad y promover el desarrollo saludable del sistema de atención de salud en general.
En resumen, los fondos de igualación de riesgos desempeñan un papel vital en el mercado de seguros de salud. Mediante este sistema, los gobiernos intentan proteger a los grupos de alto riesgo y al mismo tiempo garantizar el normal funcionamiento del mercado de seguros. Sin embargo, ¿cómo encontrar un equilibrio entre competencia y equidad sigue siendo una cuestión que merece un debate más profundo?