En el mundo de los seguros de salud, la paridad de riesgos es un concepto importante que está ganando importancia. No sólo afecta a las condiciones operativas de las compañías de seguros, sino que también está directamente relacionado con la cuestión de la igualdad de seguros para los distintos tipos de pacientes y grupos de alto riesgo. El núcleo de esta estrategia es cómo permitir que estos grupos de alto riesgo obtengan servicios de seguro iguales a través de subsidios de riesgo, sin enfrentar costos de seguro injustos debido a sus condiciones de salud.
En muchos países, especialmente en Europa, los grupos de alto riesgo enfrentan desafíos multifacéticos. Estos desafíos incluyen, entre otros: la edad, el género, el estado de salud e incluso el lugar de residencia. La desigualdad de riesgos generada por estos factores implica que algunos grupos de personas no pueden obtener las mismas condiciones de seguro cuando buscan un seguro.
“La necesidad de transferencias financieras ofrece una solución viable para evitar prácticas discriminatorias contra ciertos grupos de alto riesgo, estableciendo así una base justa en el mercado de seguros”.
Al establecer fondos de equilibrio de riesgos administrados por agencias gubernamentales, estos países pueden abordar eficazmente las necesidades de seguro de diferentes grupos de riesgo. Este enfoque garantiza que todos los afiliados reciban cobertura a un costo común y no sean tratados por separado en función de su estado de salud. Esto no sólo mejora la igualdad social, sino que también protege a los grupos de alto riesgo del trato económico injusto.
Sin embargo, el sistema no siempre ha funcionado correctamente. Muchos países enfrentan muchos desafíos en la implementación de la paridad de riesgos. Cómo evaluar con precisión los riesgos de las personas aseguradas y formular políticas razonables de subsidio de riesgos sigue siendo un problema urgente por resolver.
En muchos países europeos, el Fondo de Compensación de Riesgos (FRE) es una herramienta importante utilizada por los gobiernos para ayudar a gestionar los riesgos. El Gobierno proporcionará subsidios a las compañías de seguros en función del estado de riesgo de las personas aseguradas, logrando así el efecto subsidio. En concreto, si los asegurados de una determinada compañía de seguros tienen mayores riesgos de salud, recibirán relativamente más subvenciones.
“Este complejo sistema de subsidios exige que los factores de riesgo de los asegurados sean clasificados cuidadosamente para asegurar una distribución justa de los recursos.”
En los Países Bajos, a las aseguradoras no se les permite realizar evaluaciones de riesgos sobre sus primas, lo que coloca más responsabilidad sobre el gobierno a la hora de establecer el balance de riesgos. El sistema de balance de riesgos del país se centra en la evaluación precisa de la demanda de seguros de alto riesgo, lo que no sólo es justo para los asegurados sino también una garantía necesaria para el funcionamiento de todo el mercado de seguros.
Si analizamos la situación en Estados Unidos, la Ley de Protección al Paciente y Atención Médica Asequible aprobada en 2010 también introdujo un concepto similar de equilibrio de riesgos. Esto requiere que los estados y los reguladores federales construyan un sistema eficaz de ajuste de riesgos que proteja a las aseguradoras que aceptan pacientes de mayor riesgo y castigue a aquellas que eligen grupos más saludables y de menor riesgo.
Los subsidios al riesgo no sólo implican el seguro de salud; también conciernen las opiniones y los juicios de valor de toda la sociedad sobre la igualdad en materia de salud. Para estos grupos de alto riesgo, un sistema de seguro justo puede brindarles los servicios médicos necesarios y promover la salud y el bienestar de la sociedad en su conjunto.Sin embargo, cuando el gobierno se enfrenta al dilema de la economía y la moral, ¿cómo equilibrar las necesidades de los diferentes grupos para garantizar la equidad del seguro de salud es siempre una pregunta que vale la pena considerar?