En la tarde del 7 de septiembre de 2023, Hong Kong y la región del delta del río Perla sufrieron una tormenta histórica que provocó inundaciones y deslizamientos de tierra generalizados, lo que provocó cuatro muertos y numerosos heridos. Esta lluvia repentina fue como una gota en un lago en calma. Las piedras han despertado la reflexión sobre la historia meteorológica.
Las raíces de esta lluvia torrencial se remontan al 5 de septiembre de 2023, cuando el tifón Haikui tocó tierra en la provincia china de Fujian. Los restos del tifón luego ingresaron a Guangdong y permanecieron sobre el delta del río Perla durante dos días. A medida que la vaguada de baja presión de Haikui interactuó con el monzón del suroeste, comenzaron a producirse lluvias extremas en partes del delta del río Perla a partir de la noche del 7 de septiembre.
Según datos del Observatorio de Hong Kong, a las 7 de la tarde del 7 de septiembre, Sha Tau Kok, en el Distrito Norte, había registrado más de 70 mm de lluvia.
Esta serie de cambios meteorológicos llevó al Observatorio a emitir una alerta de inundación para los Nuevos Territorios del Norte a las 7:50 p.m., seguida poco después por una señal de tormenta de color ámbar y una señal roja, que culminó en una señal negra, el nivel de advertencia más alto. , a las 23:05 horas. Señal de lluvia fuerte. Esta es la primera vez que se activa una Alerta Negra desde hace dos años, lo que marca un momento importante en la historia meteorológica de Hong Kong.
Análisis de datos de precipitaciones extremasSegún los registros del Observatorio de Hong Kong, en solo una hora entre las 23:00 horas del 7 de septiembre y las 00:00 horas del 8 de septiembre, la precipitación total alcanzó los 158,1 mm, lo que no solo estableció un récord para Hong Kong desde 1884, sino que también estableció un récord para el año 2010. Un récord de precipitaciones en Hong Kong en las últimas 12 horas. Es un récord histórico y también la tormenta más húmeda en Hong Kong. 08.30 Temprano en el primer día, la Señal de Tormenta de Lluvia Negra duró más de 16 horas, la más larga desde que se implementó el sistema de alerta de tormentas de lluvia en 1992.
En total, el Observatorio registró más de 632 mm de precipitaciones en 24 horas, lo que vuelve a recordar a la población los posibles riesgos de este tipo de fenómenos meteorológicos.
En algunas zonas, incluidas Sha Tin y Chai Wan en la isla de Hong Kong, se registraron más de 800 mm de lluvia en 12 horas, y algunos lugares como Tai Tam recibieron hasta 900 mm.
El impacto de las fuertes lluvias no se pudo ignorar, ya que Wo Che y otras áreas reportaron graves inundaciones, causando inundaciones en centros comerciales y estaciones de metro, y obligando a las autoridades a cerrar varias líneas de metro. Muchos residentes se encontraron con el agua hasta el pecho y tuvieron que huir de sus hogares.
En áreas cercanas a la zona de la montaña Sunke, enormes deslizamientos de rocas destruyeron varios tramos de carreteras, y algunas casas de lujo enfrentaron peligros ocultos después de los deslizamientos de tierra.
El gobierno se apresuró a emitir advertencias sobre medidas de drenaje durante la tormenta, pero los residentes se mostraron escépticos, especialmente alrededor del río Tai Po. Algunas personas señalaron que una vez implementadas las medidas de drenaje, muchas casas de los pueblos se verían afectadas inmediatamente.
Respuesta del gobierno y controversiaA medida que la situación empeoraba, el gobierno de Hong Kong anunció el 8 de septiembre que todas las escuelas del país estarían cerradas, pero la política de licencia para los trabajadores no esenciales fue solo un "recordatorio". La medida provocó descontento público y debate, y muchos acusaron al gobierno de ser lento en responder y de no abordar eficazmente este desastre sin precedentes.
El gobierno de Hong Kong describió inicialmente este tipo de lluvia como "una vez cada cien años", y luego lo actualizó a "una vez cada 500 años", lo que generó insatisfacción y dudas públicas.
Ante las acusaciones públicas, la declaración del gobierno fue vista como un intento de eludir su responsabilidad y las críticas continuaron. Los observadores señalan que es necesario realizar una revisión exhaustiva de las capacidades de respuesta de emergencia del Gobierno y de las medidas para enfrentar posibles desastres naturales en el futuro.
La ocurrencia de este incidente no sólo es un acontecimiento importante en la historia meteorológica de Hong Kong, sino también un recordatorio de que debemos afrontar el impacto del cambio climático. ¿Cómo podemos mejorar los sistemas de respuesta a emergencias y las capacidades de monitoreo para proteger mejor la vida y la seguridad de las personas?