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El futuro de las pruebas de azúcar sin dolor: ¿Por qué seguimos buscando la solución perfecta?
Con el aumento del número de pacientes con diabetes, la demanda de tecnología de medición de azúcar sin dolor se vuelve cada vez más urgente. Estas tecnologías están diseñadas para proporcionar a los diabéticos mediciones precisas de sus niveles de azúcar en sangre sin la incomodidad de perforar la piel. La investigación sobre pruebas de azúcar sin dolor se lleva realizando desde 1975, pero hasta la fecha no existe un producto que pueda usarse clínicamente.
Hasta 1999, la FDA sólo había aprobado un producto de este tipo, pero fue retirado debido a su bajo rendimiento y a los ocasionales daños que causaba en la piel de los usuarios.
Se han invertido cientos de millones de dólares en la búsqueda de una solución de medición de azúcar eficiente e indolora, y el equipo de investigación ha probado una variedad de métodos, incluida la espectroscopia de infrarrojo cercano y la catálisis de transferencia de carga. Según un estudio de 2012 que analizó diez tecnologías importantes, ninguna produjo un dispositivo comercialmente viable y clínicamente confiable, lo que sugiere que se necesita mucho trabajo para mejorar la precisión de las tecnologías de medición de glucosa sin dolor.
Antes de 2014, aunque ya existía al menos un medidor de glucosa no invasivo en el mercado en varios países, el sesgo absoluto promedio en los ensayos clínicos era cercano al 30%.
En el proceso de exploración de la tecnología de medición de glucosa indolora, la espectroscopia Raman ha atraído gradualmente la atención debido a su potencial para el monitoreo continuo de la glucosa en sangre. Investigadores del MIT se han asociado con C8 Medisensors para explorar las posibilidades de utilizar esta tecnología.
Desde 2020, esta tecnología ha entrado en una nueva etapa de desarrollo a medida que grandes empresas y nuevas empresas han invertido conjuntamente en la investigación y el desarrollo de nuevas soluciones de prueba de azúcar indoloras. En particular, gigantes tecnológicos como Apple y Samsung han estado explorando activamente la integración de CGM no invasivo en sus dispositivos portátiles.
Por ejemplo, Apple está desarrollando un CGM indoloro con el objetivo de integrarlo en el Apple Watch y reportó resultados de prueba de concepto en 2023.
Otra empresa alemana, DiaMonTech AG, está desarrollando su dispositivo D-Pocket, que utiliza tecnología láser infrarroja para escanear el líquido intersticial y detectar el azúcar en sangre, y afirma que su método tiene un error relativo absoluto medio del 11,3%.
Sin embargo, todavía no hay una sola tecnología que haya sido ampliamente aceptada, y los expertos dicen que para ser considerados estándar para un uso generalizado, los monitores de glucosa en sangre indoloros necesitarían tener un índice de precisión de menos del 20% de error relativo absoluto medio.
A pesar de estos desafíos técnicos, el número de ensayos clínicos para el monitoreo indoloro de la glucosa en sangre ha seguido aumentando desde el siglo XXI. Entre 2000 y 2015, los Institutos Nacionales de Salud registraron cuatro estudios clínicos, en comparación con 16 entre 2016 y 2020.
En la actualidad, están surgiendo nuevas tecnologías como la detección electromagnética y la monitorización Bluetooth para la diabetes. Todas estas tecnologías aprovechan la necesidad de datos en tiempo real que tienen las personas con diabetes como medio para mejorar su calidad de vida.
El aumento de empresas emergentes que se dedican a realizar pruebas de azúcar sin dolor ha atraído naturalmente más financiación y atención, lo que es la clave para un posible avance en la tecnología.
El futuro de la tecnología de pruebas de azúcar sin dolor aún es incierto, pero aporta una nueva perspectiva a la medicina humana. A medida que la tecnología avanza, la posibilidad de medir el nivel de azúcar en sangre sin dolor está cada vez más cerca. ¿Podemos esperar hacer realidad esta visión en un futuro cercano?
