En el mercado altamente competitivo actual, la conexión entre las marcas y los consumidores se ha vuelto cada vez más importante. Estas conexiones no se basan sólo en las características del producto o el precio, sino que implican emoción, confianza y reconocimiento a un nivel más profundo. Desde la década de 1990, los académicos han comenzado a explorar esta relación consumidor-marca (CBR), centrándose en cómo los consumidores ven sus interacciones con las marcas.
El valor de una marca ya no es sólo el producto en sí, sino la conexión emocional que los consumidores tienen con la marca.
El concepto de relación de marca fue propuesto por primera vez por Max Blackston en 1992, enfatizando el papel activo de la propia marca en la comunicación con los consumidores. Posteriormente, Susan Fournier realizó una investigación en profundidad en 1994 y propuso el marco de relación consumidor-marca, brindando a los gerentes de marca una nueva perspectiva para comprender las interacciones con los consumidores.
Existen muchos tipos de relaciones con las marcas, incluidas la confianza, la lealtad, el compromiso y otras dimensiones. Las investigaciones muestran que estas conexiones psicológicas pueden influir en las intenciones y comportamientos de compra de los consumidores. Por ejemplo, el concepto de amor a la marca resalta el profundo amor de los consumidores por una marca, lo que no sólo mejora la lealtad a la marca, sino que también está estrechamente relacionado con la identidad propia de los consumidores.
Los consumidores no sólo establecen relaciones con las marcas, sino que su autoestima también se confirma a través de la imagen de la marca.
La comunidad de marca se refiere a un grupo de consumidores que comparten emociones de marca similares. Estas comunidades pueden fortalecer la lealtad a la marca y estos consumidores continuarán apoyando la marca incluso cuando enfrente desafíos. Por ejemplo, algunas marcas pueden mantener una posición sólida en el mercado incluso después de recibir noticias negativas, en gran parte debido a sus comunidades leales a las marcas.
Brand Intimacy es un indicador que cuantifica la conexión emocional entre una marca y los consumidores. Esta conexión emocional tiene tres niveles: compartir, conexión e integración. Las marcas que pueden construir relaciones profundas con los consumidores en estos niveles pueden lograr una mayor lealtad a la marca y satisfacción del consumidor.
Las relaciones sólidas con la marca promoverán efectos positivos como el marketing boca a boca, las intenciones de compra y el comportamiento del consumidor. Sin embargo, las marcas también pueden enfrentar consecuencias negativas, como boicots de los consumidores o boca a boca negativa. El verdadero desafío es cómo mantener buenas relaciones con las marcas en un entorno de mercado feroz.
La conexión emocional entre los consumidores y las marcas no sólo afecta el comportamiento de compra, sino que también es crucial para el desarrollo a largo plazo de la marca.
Con la llegada de la era digital, la gestión de relaciones con las marcas también se enfrenta a nuevos desafíos y oportunidades. Las empresas deben seguir innovando para mejorar la calidad de las interacciones con los consumidores y así mejorar el atractivo de la marca.
Las emociones secretas entre las marcas y los consumidores en realidad dan forma a las decisiones de compra y la imagen de marca de los consumidores. ¿Estás pensando también en cómo se forman tus propias emociones de marca y esas conexiones profundas?