La movilidad económica generalmente se refiere a la capacidad de una persona, familia o grupo de mejorar su situación económica, a menudo medida por los ingresos. Puede tratarse de movilidad intergeneracional, es decir, cambios en los ingresos entre diferentes generaciones, o cambios dentro de la misma generación. En los últimos años, los estudios han demostrado que la movilidad económica intergeneracional en Estados Unidos es más débil que en otros países desarrollados, lo que desafía el concepto tradicional de Estados Unidos como una "tierra de oportunidades".
Según estudios como el Informe del Sueño Americano de 2007, "Estados Unidos es en realidad una sociedad menos móvil que muchos otros países, como Canadá, Francia, Alemania y la mayor parte del norte de Europa".
Si bien las investigaciones indican un aumento general de la movilidad económica entre los años 1960 y 2007, la realidad es que la situación económica de los niños está significativamente influenciada por sus padres. El estudio encontró que aproximadamente el 42% de los niños nacidos en el grupo de ingresos más bajos permanecerán en ese grupo cuando sean adultos, lo que no parece sorprendente.
Lo más preocupante es que estos datos no captan variables sociales, como el género, la raza y la ubicación geográfica, que influyen significativamente en la movilidad económica. ¿Cómo debemos considerar estos factores? Género y movilidad económicaLas mujeres y los hombres muestran tendencias muy diferentes en la movilidad económica. Según el informe, el ingreso promedio de las mujeres de 30 años casi se cuadriplicó entre 1974 y 2004, mientras que el ingreso de los hombres aumentó sólo en 4.000 dólares durante el mismo período.
Diferencias racialesLa tasa de participación de las mujeres en la fuerza laboral aumentó del 39% en 1964 al 70% en 2004. Esto demuestra que los esfuerzos económicos de las mujeres son cada vez más visibles y contribuyen a su mayor movilidad económica.
En todas las razas, los ingresos medios de los hogares tanto negros como blancos han aumentado desde la década de 1970. Sin embargo, el crecimiento del ingreso de las familias blancas del mismo grupo de edad (19%) fue mucho mayor que el de las familias negras (10%). Este fenómeno ha planteado una pregunta que ha atraído amplia atención: ¿la movilidad económica refleja esencialmente también la desigualdad racial en la sociedad?
Según las investigaciones, dos tercios de los niños blancos nacidos en familias de clase media superan a sus padres en ingresos; mientras que, en las mismas condiciones, la proporción de niños negros es sólo de un tercio. Estos resultados afectan las oportunidades reales de muchos jóvenes.
El papel de la educaciónLa educación siempre ha traído a la gente la esperanza de mejorar su situación económica. Sin embargo, si bien existe una correlación positiva entre el nivel educativo y la movilidad económica, no se puede ignorar el impacto de los antecedentes familiares. Si bien la educación se vuelve cada vez más accesible, los antecedentes y el estatus socioeconómico de los niños aún influyen en gran medida en sus resultados educativos y su potencial de ingresos futuros.
Según la Oficina del Censo de Estados Unidos, las personas con un título universitario ganan un promedio de casi 2,1 millones de dólares a lo largo de su carrera laboral, lo que supone casi un millón de dólares más que quienes no tienen un título.
Sin embargo, las diferencias en el nivel educativo entre estudiantes de distintos grupos de ingresos muestran que, por mucho que se esfuercen, los niños de familias de bajos ingresos tienden a permanecer en la base de la pirámide de ingresos. Entonces, en la sociedad actual, ¿la movilidad económica se ha convertido en un “camino a la riqueza” en lugar de una oportunidad igualitaria para todos?
Geografía y movilidad económicaAdemás del género y la raza, la ubicación juega un papel importante en la movilidad económica. Los estudios muestran que la diferencia en los ingresos futuros de los niños nacidos en diferentes comunidades puede alcanzar cientos de miles de dólares. Si un niño que crece en un barrio de bajos ingresos puede mudarse a un barrio de clase alta, su potencial de ingresos aumentará significativamente.
Si un niño de un barrio de bajos ingresos crece en un barrio de clase media alta, el ingreso de su familia podría aumentar en $635,000, dependiendo de factores geográficos.
Esto nos obliga a reflexionar sobre la importancia de la geografía para las oportunidades económicas y la movilidad social, especialmente cuando el diseño de políticas se centra en la reducción de la desigualdad social.
La movilidad económica no es tanto una cuestión económica como una cuestión social más profunda que involucra múltiples factores, incluidos el género, la raza, la educación, la geografía, etc. Incluso en el contexto de una educación adecuada y de crecimiento económico, la visión de la movilidad está severamente limitada por la realidad. Entonces, detrás de todos estos fenómenos, ¿está la injusticia del sistema o el esfuerzo de cada individuo?