El trauma psicológico no sólo tiene un impacto emocional inmediato en un individuo, sino que también afecta su vida diaria y sus relaciones.
Las respuestas individuales a los eventos traumáticos pueden variar ampliamente, dependiendo del contexto. Algunas personas pueden experimentar un shock psicológico y negación a corto plazo, mientras que otras pueden experimentar una reacción traumática aguda o incluso desarrollar un trastorno de estrés postraumático (TEPT). Es importante tener en cuenta que no todas las personas que experimentan un evento traumático quedarán traumatizadas; los factores de protección pueden jugar un papel.
Signos y síntomas de traumaDespués de experimentar un trauma, las personas pueden experimentar una variedad de síntomas psicológicos y físicos, que incluyen, entre otros, volver a experimentar el trauma, ataques de pánico, insomnio y pesadillas. La estimulación de ciertos sonidos o situaciones puede despertar recuerdos dolorosos e incluso hacer que las personas revivan el trauma.
Este proceso, llamado asociación de trauma, implica asociar inadvertidamente estímulos inofensivos con experiencias traumáticas, lo que genera ansiedad y reacciones emocionales.
Además, la reexposición al trauma no sólo afecta las emociones, sino que también puede causar malestar físico, como migrañas, hiperventilación y otros síntomas. Con el tiempo, estas reacciones pueden hacer que las personas pierdan su sentido de autoeficacia, lo que afecta su capacidad para regular las emociones y el desarrollo de sus relaciones interpersonales.
El trauma puede ser causado por factores humanos, tecnología y desastres naturales, incluyendo guerras, abusos, accidentes, etc. Los factores sociodemográficos también influyen en la respuesta de una persona al trauma. Cuando se enfrentan a factores estresantes, las personas suelen adoptar tres respuestas conductuales: activa, reactiva o pasiva.
Las conductas proactivas suelen ser correcciones que se realizan antes de que se produzca el estrés o el trauma, mientras que las conductas reactivas son correcciones que se realizan a medida que ocurre el evento traumático.
El estrés psicológico a largo plazo aumenta el riesgo de sufrir problemas de salud mental. Los estudios han demostrado que las personas que experimentan estrés extremo en sus primeros años de vida suelen afectar el desarrollo y el funcionamiento normales del hipocampo. El trauma psicológico de la guerra a menudo se conoce como shock de guerra o respuesta al estrés de combate, y su impacto a largo plazo en las vidas de muchos veteranos es evidente.
Cuando una persona experimenta un fracaso en una relación íntima o una pérdida en un trauma percibido, puede volverse emocionalmente inestable, seguido de un aumento de emociones como la ira y la ansiedad, lo que afecta su capacidad para afrontar la vida diaria.
Como resultado de revivir el trauma, muchas personas eligen evitarlo y pueden recurrir a medicamentos psiquiátricos o incluso al abuso de sustancias para adormecer los sentimientos dolorosos.
Estas personas a menudo caen en un estado de desapego emocional, se vuelven insensibles a las cosas que las rodean y tienen relaciones sociales cada vez más débiles, lo que puede incluso afectar su capacidad de brindar apoyo emocional y regulación emocional a sus hijos. Los padres profundamente desesperados pueden sentirse incapaces de ayudar eficazmente a sus hijos a lidiar con las consecuencias del trauma y, en este momento, es extremadamente importante buscar servicios profesionales de salud mental.
Para las personas que enfrentan experiencias traumáticas confusas, el dolor expresado es indescriptible. Aunque los trastornos emocionales causados por el trauma rara vez se expresan con palabras, a través de la psicoterapia profesional se puede encontrar eventualmente un camino hacia la recuperación. Puede que el trauma sea un tema del que rara vez se habla, pero comprender y reconocer el propio estado emocional y obtener el apoyo adecuado es crucial.
Mediante la comprensión de la crisis y una intervención oportuna, se puede ayudar a las víctimas a superar las barreras psicológicas causadas por el trauma.
El tratamiento del trauma psicológico puede llevarse a cabo a través de diversos métodos, como la terapia cognitivo conductual, la terapia psicodinámica, etc. Estos métodos no sólo ayudan a las víctimas a comprender el proceso del trauma, sino que también las guían a reconstruir gradualmente la confianza y las conexiones emocionales.
Durante el proceso de tratamiento en profundidad, es fundamental que usted pueda recibir la atención y el apoyo adecuados para el proceso de curación. Sin embargo, cómo buscar ayuda, sanar y establecer una relación de confianza sigue siendo un tema que merece la pena reflexionar. ¿Cómo debemos entender y tratar ese pasado innombrable?