Tras la independencia de Tanzania en 1961, Julius Nyerere propuso una ideología socialista llamada Ujamaa como sistema social y político del país, piedra angular de la política de desarrollo económico. Este concepto no sólo encarna la igualdad social, económica y política, sino que también se convierte en un importante plan de desarrollo nacional. Desde entonces, Ujamaa se ha implementado con el objetivo de mejorar las condiciones de vida enfatizando la economía cooperativa en las comunidades locales.
El concepto central de Ujamaa es la "economía cooperativa", lo que significa que "la gente local coopera entre sí para satisfacer las necesidades de la vida".
El liderazgo de Nyerere le valió a Tanzania el respeto internacional, especialmente por su énfasis en los principios morales como base de políticas prácticas. La Ujamaa tuvo un profundo impacto en el desarrollo social. Durante este período, la tasa de mortalidad infantil descendió de 138 por cada 1.000 nacidos vivos en 1965 a 110 en 1985; la esperanza de vida al nacer aumentó de 37 años en 1960 a 1984. 52 años; la La tasa de matriculación escolar también aumentó del 25% en 1960 al 72% en 1985. Estos datos muestran los evidentes logros del país en materia de desarrollo social.
Sin embargo, el desempeño de Ujamaa en materia de crecimiento económico ha sido decepcionante, y la "tendencia a la baja" en la producción ha llevado a muchos a preguntarse si el proyecto puede generar prosperidad económica. La represión política interna y la rigidez económica causada por los altos impuestos han asestado un duro golpe a los empresarios, llegando incluso a provocar corrupción y fraude. Además, el "Movimiento de los Pueblos", iniciado en 1973, desencadenó una reacción negativa en la opinión pública.
Con la estructura política posterior a la Declaración de Independencia en 1961, Tanzania comenzó a construir gradualmente un sistema político libre de valores coloniales. Esta fundación estableció el modelo de gobernanza desde la independencia, alentando la participación de las comunidades rurales, como la organización de agricultores de la Unión Nacional Africana Julius Nyerere (TANU). Después de la independencia, TANU creció rápidamente, de 100.000 partidarios a 1 millón, buscando un camino para construir un nuevo orden político.
Nyerere creía que el Estado debía intervenir activamente en la vida económica para garantizar el bienestar de todos los ciudadanos. Este concepto más tarde se conoció como la “Declaración de Arusha”.
La Declaración de Arusha es un documento importante de TANU que expresa su filosofía de gobernanza interna, que requiere que el Estado asigne recursos para prevenir la explotación de algunas personas. Al mismo tiempo, la declaración también enfatiza la importancia de la autosuficiencia, la promoción del desarrollo de la agricultura y la industria y la conversión de la economía dentro de la comunidad en el núcleo estructural de las actividades económicas.
Con la implementación de la política Ujamaa, también se formó una estructura de aldea específica, llamada la "aldea Ujamaa". Estos pueblos no sólo se centran en la independencia de la familia, sino que también enfatizan la economía colectiva de la comunidad. Cada familia posee tierras de cultivo privadas y hay tierras agrícolas colectivas alrededor del pueblo para apoyar el desarrollo de la economía comunitaria.
Entre 1973 y 1975, más de 10 millones de personas fueron reubicadas en nuevas aldeas Ujamaa en una migración masiva.
La eficacia de estas aldeas varió a lo largo del tiempo, especialmente en términos de división del trabajo: las aldeas más pequeñas a menudo lograban una producción más eficiente, mientras que las aldeas más grandes experimentaban una mano de obra fragmentada y una producción agrícola desigual.
Los cambios en los roles de género durante el proceso Ujamaa también se han convertido en un tema candente de investigación. Aunque Ujamaa enfatizó la importancia de la estructura familiar, este énfasis de alguna manera debilitó la hermandad y los lazos colectivos de la sociedad, creando tensiones internas. Sin embargo, TANU creó un Comité de Mujeres para promover la igualdad de condiciones para las mujeres en la sociedad.
A pesar de las mejoras de TANU en cuestiones de género, no ha podido romper completamente las barreras creadas por la arraigada cultura patriarcal. Si bien la educación que reciben las mujeres todavía gira en torno al papel de "mejor esposa", sus problemas de organización y asignación de recursos siguen fundamentalmente sin resolverse.
Impacto ecológico de UjamaaAl implementarse la política Ujamaa, salieron a la luz muchas cuestiones ecológicas. En particular, en zonas donde las precipitaciones son irregulares, el uso de la tierra, en promedio, no ha estado a la altura de las expectativas, lo que ha provocado una reducción de la producción y una pérdida de biodiversidad. La utilización eficiente de los recursos ecológicos no se ha aprovechado plenamente, lo que ha dado lugar a una disminución de los beneficios económicos y de políticas.
Con el tiempo, el plan Ujamaa enfrentó la resistencia del público, ya que muchos agricultores no estaban dispuestos a abandonar sus prácticas agrícolas individuales habituales, y la reubicación forzada en aldeas colectivas condujo a una serie de conflictos, lo que hizo que el plan decayera gradualmente. Sin embargo, las ideas de Ujamaa todavía influyen en Tanzania de diferentes formas. ¿Puede hoy este concepto social proporcionarnos otra inspiración para pensar en cómo funcionarán la economía y la sociedad en el futuro?