En los últimos años, hemos experimentado varias crisis financieras, incluidas corridas bancarias asombrosas. Analizado desde una perspectiva psicológica, el comportamiento de los ahorradores no sólo se ve afectado por las condiciones económicas, sino que también está estrechamente relacionado con sus emociones y confianza. Este artículo explorará los factores psicológicos detrás de las decisiones de los depositantes de retirar sus fondos en el contexto de una corrida bancaria.
La fragilidad de los mercados financieros a menudo desencadena pánico, que puede extenderse rápidamente entre los depositantes, poniendo incluso a los bancos sanos en riesgo de sufrir dificultades inminentes.
"El pánico es una profecía autocumplida. Cuanto más entra la gente en pánico, más personas actúan siguiendo la tendencia de desinversión."
Este tipo de pánico suele surgir de preocupaciones sobre las condiciones económicas, como el aumento del desempleo o la inestabilidad del mercado. Cuando una persona ve la noticia de un amigo o en las redes sociales, comienza a cuestionar la seguridad del banco en el que confía, lo que le lleva a la necesidad de retirar fondos.
En tiempos de crisis, la asimetría de la información suele amplificarse. Los depositantes a menudo hacen juicios basados únicamente en información unilateral antes de tomar medidas. Tal comportamiento conducirá a decisiones irracionales, que es el impacto del "efecto de amplificación de la información".
"En una crisis financiera, la conexión entre los informes de los medios y las emociones a menudo impulsa rápidamente las acciones de las personas, formando una reacción en cadena."
En este momento, la confiabilidad de la información puede ser cuestionada, erosionando aún más la confianza de los ahorradores, obligándolos a retirar fondos de manera decisiva para evitar posibles pérdidas.
La liquidez de los activos se vuelve extremadamente importante en las crisis financieras. Los ahorradores suelen invertir su dinero en activos que pueden liquidar rápidamente para reducir el riesgo. Cuando no se confía en la liquidez de los bancos, los depositantes rápidamente recurrirán a otros activos más líquidos, como bonos gubernamentales, monedas extranjeras e incluso oro.
“Cuando el riesgo de liquidez es alto, es más probable que los ahorradores opten por retirar sus fondos y almacenarlos donde crean que están seguros”.
El comportamiento de los depositantes es a menudo irracional y está impulsado por el comportamiento grupal. En tiempos de crisis, incluso los ahorradores más confiados suelen sentirse estimulados cuando ven que otros actúan, y este efecto de imitación acelera la formación de una ola de desinversión.
"Los humanos son animales sociales y el comportamiento grupal puede afectar profundamente la toma de decisiones individuales."
La consecuencia de este comportamiento es que una vez que se produce una ola de desinversión, los bancos no podrán hacer frente a dicha crisis de liquidez incluso si tienen suficientes reservas de capital.
Las decisiones que toman los depositantes durante una corrida bancaria no están impulsadas únicamente por cifras económicas, sino que están profundamente arraigadas en sus estados psicológicos y reacciones emocionales. Después de comprender estos mecanismos psicológicos, ¿podemos tomar medidas efectivas para reducir la aparición de situaciones similares en el futuro?