En el entorno laboral actual, los diferentes solicitantes de empleo se enfrentan a diversos criterios de evaluación, que a menudo se basan no sólo en sus capacidades y logros personales, sino también en "características innatas" que no podemos controlar. Estas características incluyen la raza, el género, el estatus social e incluso la apariencia, que se consideran "características que confieren" y tienen un profundo impacto en las posibilidades de una persona de conseguir un trabajo o un ascenso.
Los rasgos atribuidos describen cómo los individuos son aceptados y valorados por la sociedad, lo cual puede interpretarse de manera muy diferente en distintas culturas y contextos.
Un ejemplo notable del uso de atributos está en el contexto de la raza. Las investigaciones muestran que los solicitantes de empleo de ciertas razas pueden enfrentar prejuicios sistemáticos y un trato injusto debido al color de su piel o su cultura. En tales circunstancias, muchas empresas pueden verse inadvertidamente influenciadas por este sesgo socialmente construido al considerar la contratación o la promoción, lo que reduce en gran medida la ventaja competitiva de ciertos solicitantes de empleo.
El género también es parte de la identidad. Según las investigaciones, las mujeres tienden a tener menor capital social. Este fenómeno es particularmente evidente en algunos países, especialmente en las sociedades conservadoras. En Arabia Saudita, por ejemplo, las conexiones de las mujeres a menudo se limitan a sus círculos familiares, lo que les dificulta ampliar sus redes sociales.
Las mujeres tienen menos conexiones en relaciones no familiares, lo que limita su potencial para mayores oportunidades.
El estatus social o clase también es una parte importante de la caracterización. En algunos países, como la India, el sistema de clases está profundamente arraigado y ciertos grupos son discriminados sistemáticamente debido a su estatus social. Aunque la ley prohíbe explícitamente la discriminación contra las clases bajas, la inercia social todavía influye en las decisiones de búsqueda de empleo y promoción.
Factores de decisión para la contratación y la promociónEste sistema etiqueta a ciertos grupos como "intocables" en la sociedad, lo que a su vez afecta sus oportunidades de empleo.
En empresas como Hitachi en Japón, las decisiones de contratación y promoción a menudo están influenciadas por características atribuidas. En su investigación, el sociólogo Ronald P. Dore exploró si estas decisiones se basan en logros o en características atribuidas. Los hallazgos de Dore sugieren que, de alguna manera, las características otorgadas pueden influir en las oportunidades de promoción dentro de una organización, aunque este no sea un criterio reivindicado por la organización.
Si las decisiones de promoción se basan demasiado en la atribución de rasgos, ¿son, de hecho, una evaluación justa de las capacidades del empleado?
Los antecedentes culturales y económicos también operan bajo la influencia de las características atribuidas. Por ejemplo, en Japón, un entorno familiar tradicionalmente de clase alta puede estar correlacionado positivamente con el rendimiento individual, lo que ha desencadenado una serie de debates sobre justicia e injusticia. Algunas empresas pueden considerar los antecedentes sociales y educativos de los solicitantes como uno de los criterios para medir sus logros profesionales.
ConclusiónPor lo tanto, en el proceso de búsqueda de empleo, quienes buscan trabajo necesitan enfrentarse a muchos factores ocultos en la estructura social, además de sus propias habilidades y experiencia. Cuando pensamos en cómo estos atributos afectan la carrera de una persona, podríamos explorar más a fondo: en el diverso lugar de trabajo actual, ¿cómo deberíamos evaluar de manera justa y objetiva el potencial y la contribución de cada solicitante de empleo?