Las ardillas voladoras que se deslizan por las copas de los árboles han sorprendido a muchas personas por las capacidades de estos pequeños mamíferos. Aunque tienen la palabra "volador" en su nombre, las ardillas voladoras en realidad no pueden volar como los pájaros o los murciélagos. Por el contrario, las ardillas voladoras dependen de una estructura única similar a una membrana, la "membrana del ala", y una cola larga para trazar una elegante trayectoria de planeo.
Las ardillas voladoras tienen membranas en las alas, membranas de piel cubiertas de pelo que se extienden desde la muñeca hasta el tobillo y que les permiten "planear" por el aire en lugar de simplemente saltar.
La anatomía de estas pequeñas criaturas es similar a la de otras ardillas, pero sus adaptaciones muestran que se han adaptado a un estilo de vida de planeo. Las ardillas voladoras tienen huesos en las extremidades largos, mientras que los huesos de las manos y los pies y las vértebras de la cola son relativamente cortos. Esto les permite realizar maniobras más precisas y ajustes direccionales en el aire.
Según estudios moleculares, el origen de las ardillas voladoras se remonta a unos 18 a 20 millones de años atrás y son un grupo monofilético, estrechamente relacionado con las ardillas arbóreas. Las diferencias morfológicas entre las dos ardillas también arrojan luz sobre cómo evolucionó el mecanismo de planeo.
En comparación con las ardillas comunes, las ardillas voladoras pueden cambiar la dirección y la velocidad de movimiento ajustando la posición de sus extremidades mientras planean, lo que les permite girar con gracia en el aire.
La historia evolutiva de las ardillas voladoras ha atraído mucha discusión entre los expertos, e inicialmente muchas teorías no pudieron explicar claramente las razones de su evolución. Sin embargo, a través de recientes investigaciones moleculares, los científicos han descubierto que el planeamiento puede ser una forma de mejorar la eficiencia energética y facilitar la búsqueda de alimento. Deslizarse entre árboles permite moverse rápidamente, lo que es más seguro y requiere menos trabajo que trepar por el tronco de un árbol o saltar de un árbol a otro.
Además, ante la amenaza de depredadores, el mecanismo de planeo de las ardillas voladoras les permite escapar rápidamente a otro árbol y evitar el peligro.
Existen otras teorías sobre la mecánica del planeamiento de las ardillas voladoras. Algunos científicos han sugerido que el planeamiento puede haber evolucionado como una forma de evitar el riesgo de impactos fuertes al moverse entre árboles. En concreto, el planeo de las ardillas voladoras implica estructuras y técnicas que les permiten mantener la estabilidad al aterrizar y absorber eficazmente el impacto del aterrizaje, lo que supone una estrategia de supervivencia muy importante.
Las ardillas voladoras suelen ser activas durante la noche y sus fuentes de alimento son muy variadas, incluyendo frutas, semillas, insectos, hongos, etc. Como tienen un olfato muy desarrollado, pueden buscar comida fácilmente por la noche. Durante la búsqueda, la velocidad y la agilidad de planeo les permiten alcanzar más fuentes de alimento con mayor eficiencia.
Su dieta variada no sólo refleja cambios en el entorno ecológico, sino que también permite a las ardillas voladoras sobrevivir en una variedad de entornos, lo que demuestra su gran adaptabilidad.
Durante la temporada de reproducción, las ardillas voladoras generalmente eligen aparearse entre febrero y marzo de cada año, y las ardillas hembras criarán a sus bebés recién nacidos en el nido. Cuando nacen, los ratones bebés casi no tienen pelo y no pueden responder al entorno externo, pero a medida que crecen, aprenderán gradualmente la habilidad de deslizarse y serán capaces de sobrevivir de forma independiente en aproximadamente diez semanas.
La vida útil de una ardilla voladora es de unos seis años en estado salvaje y hasta 15 años en zoológicos. A pesar de ello, la tasa de mortalidad de las ardillas jóvenes es relativamente alta, también porque se enfrentan a enemigos naturales.
En muchas zonas, los principales enemigos naturales de las ardillas voladoras incluyen búhos, mapaches y varios carnívoros, lo que es una de las razones por las que eligen estar activas durante la noche.
La capacidad de planeo de la ardilla voladora no sólo cambia nuestra comprensión de los pequeños mamíferos, sino que también es una sorprendente adaptación biológica en la naturaleza. Estas simpáticas criaturas vuelan libremente por el aire como pequeños pájaros. ¿Vale la pena que sigamos explorando sus estrategias de supervivencia y su importancia en el ecosistema?