Con el avance de la tecnología aeronáutica, la seguridad de los aviones ha mejorado significativamente. Sin embargo, por muy avanzada que sea la tecnología, el elemento humano sigue siendo una importante amenaza para la seguridad. Para resolver este problema, surgió la Gestión de Recursos de Tripulación (CRM). Estos métodos de formación tienen como objetivo mejorar la comunicación interpersonal y los procesos de toma de decisiones durante los vuelos de aviación civil para reducir el riesgo de accidentes causados por errores humanos. Con décadas de desarrollo, ¿cómo puede CRM cambiar los procesos de toma de decisiones de los pilotos durante el vuelo y mejorar la seguridad de la aviación?
El concepto de CRM fue propuesto por primera vez por el ex oficial de la Royal Air Force David Beaty en 1969, y fue desarrollado por el psicólogo de la NASA John Lauber en 1979.
La formación de CRM es inseparable de una serie de accidentes aéreos que tocaron el corazón de las personas. El accidente del vuelo 173 de United Airlines en 1978 fue una llamada de atención al borde del acantilado. En el incidente, la tripulación no pudo comunicarse de manera efectiva, lo que finalmente provocó que el avión se quedara sin combustible y se estrellara. El incidente llevó a la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) de EE. UU. a proponer CRM como un componente necesario del entrenamiento de vuelo.
En la formación de CRM, los pilotos aprenden a comunicarse de forma eficaz y a tomar decisiones eficientes. Estas capacitaciones incluyen no solo operaciones técnicas sino también la importancia de la interacción humana. CRM suele centrarse en los siguientes aspectos:
La formación en CRM puede ayudar a los pilotos a tomar decisiones rápidas y correctas bajo presión, salvando así vidas.
En el incidente del vuelo 232 de United Airlines de 1989, el capitán Al Haynes supuestamente utilizó con éxito los principios de CRM para evitar un desastre mayor. La tripulación utilizó plenamente sus conocimientos profesionales en respuesta a la falla del motor y finalmente aterrizó de manera segura, salvando muchas vidas.
En comparación con el vuelo 232 de United Airlines, el accidente del vuelo 447 de Air France puso de relieve la tragedia provocada por la falta de aplicaciones CRM. El informe final indicó que la comunicación inadecuada por parte de la tripulación durante situaciones de emergencia fue un factor importante en el accidente. El análisis de las cajas negras reveló que la tripulación no logró trabajar en conjunto de manera efectiva y no logró resolver roles poco claros entre ellos.
Con el éxito de CRM en la aviación, el concepto se está aplicando gradualmente a otras industrias como la protección contra incendios, la atención médica y el transporte. Todos los ámbitos de la vida están empezando a darse cuenta de la importancia de una buena comunicación y el trabajo en equipo para reducir el riesgo de accidentes. Por ejemplo:
La aplicación generalizada de la formación CRM no sólo mejora los estándares de seguridad de diversas industrias, sino que también impulsa a las personas a reflexionar sobre la importancia de la cooperación y la comunicación. Este énfasis en las conexiones interpersonales permite que cada miembro aporte su experiencia en momentos críticos.
A medida que la importancia de la seguridad de los vuelos se vuelve cada vez más prominente, CRM, como estrategia para mejorar la seguridad, se ha utilizado en todos los ámbitos de la vida de una manera sin precedentes. CRM no sólo cambia el proceso de toma de decisiones en materia de aviación, sino que también promueve las conexiones interpersonales de forma invisible. De cara al futuro, ¿piensa cómo seguir desarrollando y aplicando CRM para mejorar el rendimiento de la seguridad?