El dolor de espalda en la zona lumbar no es sólo un problema causado por la vejez o el ejercicio excesivo. De hecho, puede deberse a anomalías de la columna que la mayoría de las personas no conocen. Entre estas anomalías destaca especialmente la "lumbarización", que se refiere a la aparición de una sexta vértebra en la columna lumbar. Según una nueva investigación, este cambio estructural aparentemente inofensivo puede ser el culpable de la crisis de dolor de espalda.
La desintegración lumbar ocurre cuando la primera y la segunda vértebra sacra no se fusionan, lo que resulta en un aumento anormal en el número de vértebras subyacentes a seis en lugar de las cinco normales. Estos cambios suelen provocar una serie de efectos en el cuerpo humano.
A menudo se pasa por alto la salud de los riñones, especialmente en lo que se refiere a la columna vertebral, pero el dolor de espalda crónico es un indicador de anomalías de la columna.
En la base de la espalda, la sexta vértebra lumbar no solo cambia la estructura de la columna, sino que también afecta los nervios y músculos circundantes. Cuando se produce una situación clínica de este tipo, los síntomas comunes incluyen: dolor lumbar persistente, sensación de hormigueo en las piernas y malestar durante el ejercicio. Con el tiempo, estos problemas pueden empeorar y provocar daños graves a los nervios y movilidad limitada.
Según la investigación médica, alrededor del 10% de los adultos se verán afectados por factores genéticos que provocarán anomalías en la columna. La lumbarización es una de las anomalías más comunes que se observan en estos casos. Si bien es posible que algunos pacientes no puedan notar la anomalía, eso no significa que no experimentarán dolor de espalda en el futuro.
Una sección adicional de la columna puede ejercer presión sobre el cuerpo, afectando la movilidad y la salud en general.
Además, los cambios estructurales en la columna lumbar pueden afectar la salud de los discos intervertebrales. Cuando aparece la sexta vértebra lumbar, el grosor y la salud del disco intervertebral pueden cambiar, lo que aumenta aún más el riesgo de hernia de disco y enfermedad del disco lumbar.
Los médicos suelen utilizar pruebas de imagen como radiografías o resonancias magnéticas para confirmar la presencia de espondilosis lumbar. En otras palabras, para algunos pacientes, la deformación lumbar puede ser la causa subyacente del dolor. Por lo tanto, realizar una evaluación adecuada es fundamental. Cuando se trata de tratamiento, a menudo se consideran primero opciones de tratamiento conservadoras y no invasivas, como fisioterapia y medicamentos.
La eficacia en el manejo del dolor radica en comprender cómo la estructura de la columna lumbar afecta la salud general.
Algunos ejercicios de fortalecimiento y cuidados diarios utilizados en el tratamiento pueden mejorar eficazmente los síntomas del paciente. En casos raros, si el tratamiento conservador no mejora la afección, es posible que sea necesario considerar la intervención quirúrgica.
Hay muchos factores que afectan el dolor de espalda. La postura de trabajo durante el día, la comodidad del sueño y el ejercicio diario afectarán la estabilidad de la columna lumbar. En particular, estar sentado durante mucho tiempo y tener una mala postura al sentarse aumentará la presión sobre la columna lumbar y provocará aún más molestias.
Comprender el estado de salud de su propia columna lumbar es un paso importante para prevenir y reducir el riesgo de dolor lumbar.
Aunque la espondilosis lumbar es una anomalía de la columna relativamente común, no debe darse por sentado. Con los cambios en el estilo de vida, este tipo de problemas de columna pueden ocurrir con mayor frecuencia. Mantener una buena postura, hacer ejercicio con regularidad y hacerse chequeos regulares puede reducir la posibilidad de sufrir dolor de espalda.
Entonces, la próxima vez que experimente dolor de espalda, ¿empezará a prestar atención al impacto que la salud de su columna tiene en usted?