El hombro congelado, también conocido como capsulitis adhesiva, es una enfermedad común del hombro que se presenta principalmente con dolor y rigidez en el hombro. La enfermedad generalmente comienza lentamente durante un período de semanas a meses. Con el tiempo, el rango de movimiento del hombro disminuirá gradualmente y es posible que el paciente incluso no pueda realizar diversas actividades con libertad. Sus hombros no suelen sentir un dolor evidente al tocarlos, pero a medida que pasa el tiempo, los síntomas empeorarán, afectando la vida normal y el trabajo.
Los síntomas del hombro congelado son dolor y rango de movimiento limitado, pero estos síntomas también son comunes en muchas afecciones del hombro.
Los síntomas del hombro congelado generalmente se pueden dividir en tres etapas principales, cada etapa tiene sus propias características únicas y obvias.
Durante esta etapa, el paciente experimentará un dolor cada vez mayor, especialmente en los límites del rango de movimiento del hombro, y puede experimentar un dolor que empeora durante la noche. La duración de esta fase suele oscilar entre seis semanas y nueve meses. La amplitud de movimiento de la articulación del hombro se irá restringiendo gradualmente y estos síntomas pueden dificultar muchas actividades diarias.
Esta etapa se caracteriza por una disminución gradual del dolor pero aún con una fuerte rigidez, lo que resulta en una amplitud de movimiento severamente limitada en el hombro, y generalmente dura de cuatro a 12 meses. Durante este tiempo, el paciente puede experimentar una pérdida de flexibilidad en el hombro y la incapacidad de realizar movimientos previamente voluntarios.
Esta etapa es el período de recuperación del hombro. El rango de movimiento del hombro regresará lentamente. Esto generalmente demora entre cinco y 26 meses. Aunque la mejora en esta etapa es significativa, todavía puede haber algo de rigidez residual que afecte la recuperación funcional.
Cada etapa de cambio muestra que el hombro congelado es progresivo, doloroso y errático.
La causa exacta del hombro congelado no se comprende completamente, pero a menudo está relacionada con la inflamación y la formación de tejido cicatricial. Muchos factores pueden aumentar el riesgo de hombro congelado, incluidas lesiones, inactividad prolongada después de la cirugía y ciertas enfermedades sistémicas, como diabetes, enfermedades de la tiroides y enfermedades cardíacas. Los estudios muestran que las personas con diabetes tienen cinco veces más probabilidades de desarrollar hombro congelado.
Según una investigación, el hombro congelado es cinco veces más común en personas con diabetes que en personas de control.
El diagnóstico de hombro congelado generalmente se basa en el historial médico y el examen físico del paciente, y requiere descartar otras afecciones que puedan causar síntomas similares. Su médico evaluará el rango de movimiento del hombro, específicamente las limitaciones en la rotación externa, que es un indicador característico del hombro congelado. Aunque los exámenes por imágenes son innecesarios, pueden ayudar a descartar otras causas, como líquido sinovial anormal.
Para el tratamiento, el consenso inicial es que el tratamiento no quirúrgico es la primera opción, que incluye fisioterapia, analgésicos orales e inyecciones de esteroides. Algunos pacientes pueden necesitar una combinación de tratamientos durante un período de tiempo, y un enfoque tan diversificado a menudo conduce a mejores resultados. El ejercicio y la fisioterapia son cruciales en el tratamiento, especialmente para aliviar el dolor y mejorar la función muscular.
Específicamente, es muy importante que los ejercicios para mejorar la función del hombro incluyan ejercicios de estiramiento y fortalecimiento del hombro. A través de un programa de ejercicio específico, los pacientes pueden mejorar la circulación sanguínea, reducir el dolor y mejorar la flexibilidad de las articulaciones. Esto no sólo ayuda a la recuperación del hombro sino que también mejora la calidad de vida en general.
Con un entrenamiento físico regular, muchos pacientes con hombro congelado pueden recuperar la función y la estabilidad normales.
Si no hay una mejora significativa con el tratamiento no quirúrgico, es posible que el paciente deba considerar opciones quirúrgicas, generalmente cirugía de liberación capsular. Esta cirugía alivia eficazmente las restricciones causadas por el tejido cicatricial y promueve la recuperación funcional. Sin embargo, la fase de recuperación postoperatoria es igualmente importante, con la ayuda de fisioterapia para restablecer lentamente el rango de movimiento y la fuerza muscular.
Aunque el hombro congelado generalmente se resuelve solo con el tiempo, el proceso de curación puede durar de uno a tres años. Para muchos pacientes, el dolor y la rigidez pueden persistir incluso después del tratamiento, lo que dificulta la recuperación. Ante esta enfermedad, la actitud positiva y el ejercicio continuo son las claves para la recuperación. ¿Estás afrontando correctamente tus problemas de salud?