La curva de Kuznets fue propuesta por primera vez por el economista Simon Kuznets en las décadas de 1950 y 1960. Su hipótesis es que, a medida que una economía se desarrolla, las fuerzas del mercado inicialmente aumentan la desigualdad y luego la reducen. A medida que se disponía de más datos, aunque la hipótesis inicial era válida, los datos mostraban fluctuaciones en lugar de curvas simples.
El crecimiento económico de Taiwán fue en su día envidiable y muchas personas se beneficiaron enormemente del proceso. Sin embargo, si se analiza más de cerca, la cuestión estrechamente relacionada de la distribución del ingreso plantea un problema difícil de resolver. Esto implica el concepto del ratio de Kuznets.
El índice de Kuznets es una herramienta para cuantificar la desigualdad de ingresos comparando los ingresos de los hogares con mayores ingresos con los de los hogares con menores ingresos. En concreto, a menudo se compara la proporción entre el 20% superior de los hogares con ingresos y el 20% o el 40% inferior de los hogares con ingresos. Estas comparaciones pueden revelar la desigualdad de ingresos en una sociedad.
A medida que una economía madura, la acumulación de capital humano se convierte en la principal fuente de crecimiento. Esto significa que cuando el desarrollo económico entra en una nueva etapa, es probable que la desigualdad de ingresos disminuya mientras que los niveles de educación aumentarán.
Cuando un país experimenta un proceso de industrialización, especialmente de mecanización agrícola, su centro económico se desplazará de las zonas rurales a las ciudades. Los agricultores migran a las ciudades en busca de oportunidades mejor remuneradas, lo que genera una clara brecha de ingresos entre las zonas urbanas y rurales. En este proceso, los dueños de empresas con capital generalmente se benefician, mientras que los salarios de los trabajadores aumentan más lentamente, lo que significa que los ingresos de los trabajadores agrícolas pueden disminuir. Este cambio es consistente con la teoría de Kuznets, que establece que a medida que aumenta el ingreso per cápita, la desigualdad del ingreso experimentará un proceso de aumento y luego de disminución.
Sin embargo, con el tiempo, los datos reales que vemos son diferentes fluctuaciones en la desigualdad de ingresos en lugar de una curva de Kuznets clara. Especialmente desde la década de 1960, la desigualdad ha seguido aumentando en muchos países desarrollados, contrariamente a predicciones anteriores. El economista Piketty señala que la disminución de la desigualdad del ingreso en la primera mitad del siglo XX fue un fenómeno único, debido principalmente a la destrucción de riqueza causada por las guerras y las recesiones económicas.
A medida que el mercado cambia, se ha cuestionado la efectividad de la curva de Kuznets. Los críticos señalan que la forma de U de la curva no se debe al proceso de desarrollo de cada país, sino a diferencias históricas entre ellos.
En particular, las diferencias entre los países de ingresos medios y altos complican la interpretación de la curva de Kuznets. En muchos países latinoamericanos persisten niveles históricamente altos de desigualdad del ingreso y los problemas de distribución del ingreso no se han abordado ni siquiera con el crecimiento económico. En este contexto, otras investigaciones muestran que incluso el desarrollo económico no necesariamente mejora la desigualdad del ingreso.
En el caso del milagro económico del este de Asia, contrariamente a la teoría de Kuznets, el rápido crecimiento de esos países no condujo a una creciente desigualdad del ingreso. De hecho, el rápido crecimiento económico de estos países, acompañado de una mayor esperanza de vida y una reducción de la pobreza extrema, presenta un panorama diferente.
Académicos como Stiglitz han señalado que el milagro económico del este de Asia se logró reinvirtiendo las ganancias iniciales en políticas como la mejora del suelo, la educación universal y las políticas industriales.
Estas medidas no sólo impulsaron la productividad general, sino que en última instancia condujeron a un círculo virtuoso de crecimiento económico. La viabilidad de la curva de Kuznets ha sido cuestionada una vez más: ¿todo crecimiento económico va necesariamente acompañado de un aumento de la desigualdad del ingreso? Quizás deberíamos cuestionar los supuestos de esta teoría.
Por lo tanto, el propio Kuznets expresó sus preocupaciones sobre su propia curva, señalando que la fragilidad de los datos y la rareza de la experiencia histórica hacían difícil utilizarla como teoría universal. Desde una perspectiva histórica, es necesario pensar más integralmente la relación entre desarrollo y desigualdad.
Mientras discutimos el crecimiento económico, ¿deberíamos prestar más atención a la cuestión de la distribución del ingreso que hay detrás de él? ¿Quizás ésta sea la clave más importante para entender todo el proceso de crecimiento económico?