En la historia del control de insectos dañinos, el DDT (DiDT) es sin duda uno de los insecticidas más famosos. Desde su primer uso generalizado en la década de 1940, el DDT ha ganado atención mundial por su eficacia superior y sus efectos sostenibles. El DDT se utilizó originalmente para controlar los mosquitos portadores de la malaria, especialmente en las zonas tropicales donde la malaria es una amenaza. Hay factores políticos, sociales y científicos complejos detrás de su popularidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la pulverización residual en interiores (IRS) como una estrategia eficaz para el control de la malaria, y el DDT es uno de los insecticidas más utilizados en el IRS.
La razón por la que el DDT se encuentra entre los mejores en términos de efectividad es principalmente porque puede permanecer en la superficie rociada durante mucho tiempo, lo que hace que no sea necesario rociar la casa con frecuencia. Esta persistencia mejora enormemente a largo plazo. efecto de controlar la propagación de mosquitos. Según una revisión Cochrane de 2010, el IRS demostró ser una estrategia eficaz para reducir la incidencia de la malaria y fue tan eficaz como el uso de mosquiteros tratados con insecticida (ITN).
Sin embargo, el éxito del DDT no depende únicamente de sus propiedades biológicas. Su rentabilidad también es una consideración clave. Muchos países que utilizan DDT para el IRS han descubierto que es rentable a largo plazo en comparación con otros pesticidas. Incluso en el contexto de los impactos ambientales y de salud, el DDT sigue siendo atractivo en relación con el costo general del uso de otras alternativas.
“El uso del DDT por parte del IRS sigue siendo asequible y eficaz en muchas situaciones, pero si se consideran los costos ambientales y de salud, las ventajas relativas del DDT parecen estar disminuyendo”.
Aunque el DDT se utiliza ampliamente con el apoyo de funcionarios y autoridades, no se pueden ignorar los desafíos que enfrenta. En algunas zonas, la aceptación del DDT por parte de los residentes es baja, principalmente debido a su fuerte olor y las manchas que deja. Muchos hogares se niegan a fumigar por temor a estos elementos, poniendo en riesgo la eficacia general del IRS.
La resistencia de los residentes no sólo está relacionada con los pesticidas utilizados, lo que hace que la eficacia de la estrategia dependa de que al menos el 80% de las viviendas sean fumigadas. Los residentes de algunas aldeas dijeron que el DDT era ineficaz para matar otras plagas como cucarachas y chinches, lo que llevó a la necesidad de utilizar otros insecticidas.
“Los residentes a menudo expresan su insatisfacción cuando la fumigación con DDT no mata otras plagas, lo que hace que sean necesarios otros métodos que utilicen”.
Con el desarrollo de la sociedad y la economía, muchos modelos de vivienda tradicionales están cambiando rápidamente. El creciente número de casas de estilo occidental hace que el ámbito de aplicación del DDT sea cada vez más restringido, lo que requiere que los expertos en salud pública y los responsables políticos encuentren alternativas nuevas y eficaces. productos y métodos. Para investigadores como Elizabeth King, encontrar soluciones que funcionen en distintas sociedades y culturas será un desafío.
En la futura campaña contra la malaria, el DDT, como uno de los insecticidas más famosos de la historia, sus logros y desafíos sin duda se convertirán en importantes temas de investigación. ¿Cómo deberíamos equilibrar la contradicción entre la salud ambiental y el control de plagas para lograr los mejores resultados de salud pública?