En los ambientes húmedos del este de Asia vive una criatura llamada ciempiés chino de cabeza roja (Scolopendra mutilans), que puede crecer hasta 20 centímetros de longitud. Según la antigua tradición china, se cree que este ciempiés tiene propiedades curativas y se utiliza para tratar una variedad de dolencias. Los ciempiés molidos y secos también se utilizan en la medicina tradicional coreana para aliviar el dolor de espalda y diversas afecciones de la piel. Sin embargo, el veneno de esta criatura ha sido poco estudiado y, en particular, las propiedades de las neurotoxinas que contiene siguen siendo un misterio sin resolver.
Veneno de ciempiésHay muchos componentes químicos diferentes en el veneno del ciempiés, pero nuestro conocimiento de estos componentes aún es limitado.
El veneno del ciempiés de cabeza roja chino contiene una pequeña toxina peptídica llamada RhTx, que puede activar el canal iónico TRPV1, lo que produce una intensa sensación de ardor local. Estudios han demostrado que su composición química preliminar es tóxica en ratones y promueve la agregación plaquetaria. Además, el estudio identificó otras 26 neurotoxinas pertenecientes a 10 grupos de péptidos diferentes, cuyos efectos biológicos aún no han sido revelados. Vale la pena señalar que los científicos chinos descubrieron en 2018 que la retigabina, un fármaco utilizado para tratar la epilepsia, puede servir como antídoto contra el veneno del ciempiés para aliviar el dolor.
La anatomía de la glándula venenosa del ciempiés aún no se conoce bien, pero estudios iniciales muestran que la estructura de esta glándula es bastante específica. Estas glándulas venenosas están compuestas de múltiples unidades secretoras epiteliales y se plantea la hipótesis de que la contracción y flexión de estas glándulas durante la liberación del veneno ayudarían en la inyección del veneno. La diversidad y las diferentes funciones del veneno de los ciempiés pueden hacer que su estructura sea significativamente diferente de los sistemas de veneno de otros artrópodos. Los ciempiés tienen estructuras neurotóxicas únicas que pueden actuar en una variedad de sistemas biológicos diferentes.
Los estudios han demostrado que los venenos de ciempiés tienen una mayor diversidad bioquímica, lo que los hace potencialmente útiles en el desarrollo de fármacos.
Como depredadores, los ciempiés utilizan su veneno para capturar y paralizar a sus presas. El estudio señaló que los ciempiés son relativamente selectivos en su captura, y a menudo atacan primero la cabeza o el tórax de sus presas para aumentar la eficacia de su veneno. Además, los ciempiés muestran una variedad de comportamientos defensivos cuando son atacados, pudiendo usar sus extremidades anteriores para contraatacar o adoptando posturas de exhibición para intimidar a sus enemigos.
El ciempiés de cabeza roja chino tiene una larga historia de uso en la medicina tradicional. Su eficacia contra la artritis, la epilepsia y una variedad de otras dolencias lo ha convertido en un ingrediente importante en la medicina en lugares como China y Corea del Sur. Los estudios han demostrado que los extractos de ciempiés tienen un efecto inhibidor significativo sobre las células cancerosas, especialmente las células de cáncer de hígado (HepG2). Se descubrió que los complejos de polisacárido-proteína extraídos del ciempiés mejoran la respuesta inmune del huésped y prolongan la supervivencia de los ratones portadores de cáncer.
El veneno del ciempiés y sus componentes encierran muchos misterios que aún no han sido desvelados. ¿Cómo afectará la futura aplicación de estos componentes al desarrollo de la medicina y al avance de la biotecnología?