La HS afecta aproximadamente entre el 1 y el 4% de la población, y las mujeres tienen tres veces más probabilidades de ser diagnosticadas que los hombres.La enfermedad generalmente comienza en adultos jóvenes y puede volverse menos común después de los 50 años. La enfermedad fue descrita por primera vez por el anatomista francés Alfred Velpeau entre 1833 y 1839.
No se conoce la causa exacta de la hidradenitis supurativa, pero los expertos creen que puede deberse a una combinación de factores genéticos y ambientales. Puede estar implicada una patología inmunomediada, aunque no se han descartado factores ambientales. Las lesiones suelen aparecer en cualquier zona del cuerpo que tenga folículos pilosos y glándulas sudoríparas, pero son más comunes en la axila, la ingle y el perineo.
La obesidad se considera un factor agravante más que un factor causal directo. Los expertos también están estudiando los efectos de ciertos medicamentos, como los anticonceptivos orales y los cigarrillos, y están divididos sobre el vínculo con ciertos productos para la depilación corporal.Los desencadenantes incluyen la obesidad, la ropa ajustada, los climas cálidos y húmedos y el estrés.
El diagnóstico temprano es crucial para evitar daños en los tejidos, pero la HS a menudo se diagnostica erróneamente o se diagnostica tarde porque los profesionales médicos desconocen la afección o los pacientes no consultan a un médico. En promedio, el retraso global en el diagnóstico es de más de siete años, lo que es mucho más largo que el de otras enfermedades de la piel.
Muchos pacientes sufren dolor físico y psicológico, aislamiento y dificultades sociales debido a la HS.
El tratamiento depende de la presentación y la gravedad de la enfermedad. Debido a que la enfermedad no ha sido estudiada adecuadamente y la eficacia de los medicamentos y terapias no está clara, las opciones de tratamiento actuales incluyen antibióticos, inmunosupresores, terapia láser y cirugía. Estas opciones se toman en función de las circunstancias específicas del paciente:
Nuestro conocimiento sobre la HS continúa creciendo y, a medida que se desarrollen nuevos tratamientos, se espera que la calidad de vida de los pacientes con HS mejore. Como enfermedad rara y desafiante, la HS requiere que los pacientes enfrenten no sólo síntomas físicos sino también cargas psicológicas y emocionales.
En el futuro, a medida que continuamos explorando y comprendiendo la hidradenitis supurativa, ¿en qué medida se puede mejorar la calidad de vida de los pacientes?