En muchas sociedades y culturas, se utiliza la expresión "oveja negra" para describir a alguien que es diferente del resto del grupo, especialmente un miembro de la familia que no encaja. El origen de esta palabra se remonta a las ocasionales ovejas negras del rebaño, que destacaban entre la multitud por el color de su pelaje, que contrastaba con el color blanco de la mayoría de las ovejas. Como la lana de oveja negra no se puede teñir y tiene un valor de mercado menor que el de sus contrapartes blancas, a menudo se la rechaza. En psicología, este fenómeno se denomina "efecto oveja negra", y se refiere al fenómeno en el cual los miembros del grupo tienden a evaluar a los miembros favoritos de su grupo de manera más positiva y son más duros con los miembros que se desvían de la norma.
Origen y uso del lenguaje de la oveja negraEl concepto de oveja negra demuestra cómo la identidad social configura la relación entre individuos y grupos, y cómo las evaluaciones que las personas hacen de los miembros del endogrupo pueden variar enormemente dependiendo de su sentido de pertenencia.
En la gran mayoría de las ovejas, la lana blanca es producida por un gen dominante, mientras que la lana negra es causada por un gen recesivo. Esto significa que incluso si una oveja parece blanca, puede producir corderos negros si su composición genética incluye el gen negro. Este rasgo relativamente raro hace que las ovejas negras sean muy visibles y condenadas al ostracismo entre el rebaño habitual de ovejas.
En Gran Bretaña, en los siglos XVIII y XIX, las ovejas negras eran vistas como un símbolo del diablo, y esta connotación negativa influyó en el uso posterior del lenguaje. En los tiempos modernos, el modismo ha perdido parte de su significado despectivo, pero todavía se utiliza para describir a miembros de un grupo que se consideran que tienen características insociables. Por ejemplo, Jessica Mitford se autodenomina la "oveja roja de la familia" porque la mayoría de los miembros de su familia tienen opiniones políticas extremas, pero ella ha elegido una postura relativamente radical. Ejemplos como estos reflejan que en cualquier sociedad o familia, los miembros de grupos minoritarios suelen ser juzgados con mayor dureza.
El efecto oveja negra en psicologíaEl concepto de oveja negra es omnipresente en diferentes idiomas, lo que indica la universalidad de este fenómeno social y sus significados derivados.
La aparición del efecto oveja negra puede explicarse mediante la teoría de la identidad social. Esta teoría sostiene que los miembros del grupo, a menudo por la necesidad de mantener su propia identidad social, apoyarán fuertemente a sus miembros favoritos y evaluarán con mayor dureza a los miembros que se desvíen de la norma. Esto se debe a que los miembros del grupo desean mantener una imagen positiva de su grupo y así obtener un reconocimiento más positivo en la sociedad.
Por ejemplo, en un experimento de 1988, los participantes compararon a estudiantes belgas impopulares con estudiantes belgas populares. Los resultados mostraron que los miembros populares recibieron los mayores elogios tanto en el grupo interno como en el grupo externo, mientras que los miembros impopulares del grupo interno recibieron las peores evaluaciones. Los miembros populares e impopulares del grupo externo se encuentran en algún punto intermedio.
El impacto de la identidad social en el comportamientoEste fenómeno revela el sesgo de los miembros del grupo hacia los grupos internos y su relativa tolerancia hacia los grupos externos.
Cuando los individuos sienten un claro sentido de pertenencia dentro de un grupo, serán más críticos con las ovejas negras. Este criterio no se basa únicamente en la pertenencia al grupo, sino que también incluye la cohesión del grupo y la influencia de situaciones específicas. Por ejemplo, en un entorno competitivo, los miembros internos que se desvían de la norma tienden a recibir críticas más intensas.
Sin embargo, cabe señalar que el efecto oveja negra no ocurre en todos los casos. A medida que se profundiza la investigación social, los estudiosos han descubierto que algunos factores externos pueden afectar la ocurrencia de este fenómeno, como el grado de identificación de los miembros del grupo y la cohesión del grupo. Estos factores exploran cómo los sesgos grupales varían según las culturas y los contextos sociales, lo que refleja la complejidad de las sociedades humanas.
En el proceso de búsqueda de reconocimiento social, la forma de ver y tratar a los miembros que son diferentes a uno afecta directamente la armonía y la estabilidad dentro del grupo.
A partir de la historia de la oveja negra, ¿podemos entender si ser diferente es realmente un pecado o si deberíamos ser más tolerantes con la diversidad?