El establecimiento de Experimentos en Arte y Tecnología (E.A.T.) en 1967 marcó una nueva era de cooperación entre arte y tecnología. Esta organización sin fines de lucro promueve la colaboración entre artistas e ingenieros, rompiendo las fronteras creativas tradicionales. Con los cambios de los tiempos, la obra más representativa de E.A.T., el Pabellón Pepsi en la Exposición Mundial de Osaka de 1970, todavía se considera el pináculo de la intersección del arte y la tecnología con su diseño innovador e integración tecnológica.
El diseño del Pepsi Pavilion no es sólo una expresión artística, sino también una combinación de tecnología y naturaleza.
Pepsi Pavilion está co-curado por Billy Klüver y Robert Whitman, uno de los miembros fundadores de E.A.T., y combina la creatividad de múltiples artistas y la tecnología de científicos. Esta estructura abovedada está inspirada en el diseño de la cúpula del famoso arquitecto Buckminster Fuller y se complementa con las esculturas de niebla de Fujiko Nakaya. Una creación así no sólo la convierte en un festín visual, sino que también demuestra el asombroso potencial de la tecnología en el arte.
Esta cúpula no sólo tiene una apariencia única, sino que también tiene funciones interiores innovadoras. El público entra en una cúpula cubierta de agua nebulizada, rodeada de espejos Mylar ultrafinos que reflejan imágenes reales. Este diseño permite a los visitantes apreciar la misma imagen desde diferentes ángulos, como si estuvieran en un mundo holográfico tridimensional.
Pepsi Pavilion es un laboratorio para explorar cómo la tecnología desafía y remodela nuestras percepciones.
Además de su integración con elementos naturales, Pepsi Pavilion también demuestra la exploración de EAT en el campo de las tecnologías emergentes. Siete esculturas cinéticas (Flotadores) diseñadas por Robert Breer dentro y fuera de la sala de exposición añaden vívidos efectos de sonido y toque a toda la instalación. Las esculturas pueden cambiar activamente de dirección según el entorno circundante. Este diseño interactivo desafía la percepción tradicional del arte por parte del público. Estos elementos nunca antes vistos hacen del Pepsi Pavilion una joya brillante de la exposición.
Sin embargo, la importancia del Pepsi Pavilion va mucho más allá de su estructura física y su impacto visual: simboliza la relación cada vez más profunda entre el arte, la tecnología y la sociedad. La creación de E.A.T. no sólo es parte del movimiento artístico, sino que también refleja el entusiasmo y el pensamiento de la sociedad sobre la tecnología y la modernidad en los años 1960. Esta naturaleza experimental, en el centro de su misión, promueve un mayor sentido de participación del arte en la evolución continua de la tecnología, permitiendo a los artistas desempeñar un papel más importante en la sociedad.
Con el tiempo, la influencia de E.A.T. y su Pepsi Pavilion se ha expandido al campo del arte de los nuevos medios y la aplicación de nuevas tecnologías en la creación artística. Hoy en día, todavía hay muchos artistas que se inspiran en este modelo creativo, integran la tecnología digital en sus obras y continúan explorando los límites entre arte y tecnología.
Pepsi Pavilion es una demostración concreta de las posibilidades de la tecnología del futuro.
En la sociedad actual, cada vez que la gente entra a una exposición de arte, todavía puede sentir el avance y la posibilidad que transmite Pepsi Pavilion. Como se indica en la intención original del diseño de E.A.T., no es sólo una exposición, sino un diálogo, un diálogo interminable entre arte y tecnología, entre el pasado y el presente.
No podemos evitar pensar en cómo el espíritu y los conceptos transmitidos por Pepsi Pavilion afectarán las expresiones creativas futuras.