Desde su estreno a principios del siglo XVII, "Hamlet" de William Shakespeare ha sido considerada una de sus obras más famosas, más imitadas y más analizadas. Aunque los personajes de la obra han influido profundamente en muchos estudios literarios y psicológicos, la obra se considera un "fracaso artístico" a los ojos de algunos críticos. En particular, los comentarios de T.S Eliot despertaron fuertes reacciones y debates entre algunos estudiosos y amantes de la literatura.
Hamlet recibió gran atención durante el Renacimiento, especialmente por la forma en que representaba la locura. La popularidad de la obra en ese momento está atestiguada por las múltiples ediciones publicadas durante la vida de Shakespeare. Durante este período, si bien se tomó en serio la locura de los personajes, pocos cuestionaron su integridad artística. No fue hasta la Restauración que la crítica comenzó a centrarse en cuestiones relacionadas con el lenguaje y los recursos trágicos de Shakespeare. El crítico John Evelyn criticó una vez a "Hamlet" en su diario por destruir la unidad del tiempo y el espacio.
T.S. Eliot, en su famoso ensayo "Hamlet y sus problemas", argumentó que la obra no logra transmitir emociones, argumentando que el disgusto de Hamlet por su madre carece de la "relevancia objetiva" necesaria en la obra. Esto hace que las emociones de Hamlet parezcan demasiado exageradas y poco convincentes en la trama.
Eliot cree que el éxito de "Hamlet" radica en su misterio, pero el misterio excesivo lo vuelve confuso y conduce al fracaso artístico.
El análisis psicológico de los personajes de Hamlet es extremadamente controvertido, y la trama y los temas de la obra a menudo se tratan como secundarios. El argumento de Eliot plantea dudas sobre si esta narrativa centrada en los personajes es realmente apropiada o si se debería volver a un énfasis más tradicional en la trama. Los críticos creen que a medida que se desarrolla la trama, las acciones y sentimientos de los personajes requieren una explicación y comprensión más profundas, y la opinión de Eliot parece ignorar la importancia de estos aspectos.
"Los defectos del arte a menudo provienen de la incongruencia en la creación, lo cual es especialmente obvio en Hamlet."
Desde Eliot, muchos académicos han comenzado a reexaminar a Hamlet, analizando especialmente su influencia desde las perspectivas de género y política. La actual teoría del Nuevo Historicismo intenta eliminar el envoltorio romántico de la obra y considerar su importancia en el contexto social de la era isabelina. La académica Margarita de Grazia señaló que muchos análisis contemporáneos de la obra aún no han abordado sus profundas implicaciones políticas, lo que ha inspirado nuevas direcciones de pensamiento en los estudios literarios de la obra.
Aunque "Hamlet" juega un papel importante en la formación del contexto dramático del Renacimiento, frente a las dudas de Eliot y otros críticos, ¿es realmente lo suficientemente perfecto como para merecer una admiración continua?