La discinesia tardía (TD) es un trastorno del movimiento causado por el uso prolongado de ciertos medicamentos. Es común en pacientes que toman medicamentos bloqueadores de nervios a largo plazo. Aunque esta afección ha atraído una amplia atención por parte de la comunidad médica durante las últimas décadas, su impacto y daño siguen siendo subestimados. Los síntomas de la TD incluyen movimientos repetitivos involuntarios, como distorsión facial, lengua fuera, aleteo de labios, etc. Estos movimientos incontrolables no solo afectan la vida diaria del paciente, sino que también causan un gran dolor psicológico.
"La discinesia tardía es más común en pacientes que continúan usando medicamentos antipsicóticos para enfermedades mentales".
Los estudios han encontrado que aproximadamente el 20% de los pacientes con TD enfrentan un deterioro funcional grave en sus vidas. Y cuando este trastorno del movimiento se produce en el contexto del consumo prolongado de drogas, su reversibilidad depende principalmente de la gravedad de los síntomas y de la duración de su aparición. Los desencadenantes comunes son los bloqueadores de dopamina, incluidos los antipsicóticos y ciertos medicamentos contra las náuseas, que a menudo se usan para tratar problemas psiquiátricos, gastrointestinales o neurológicos. El desarrollo de la DT a menudo requiere de meses a años de uso de drogas.
“Un problema de la dependencia de estos medicamentos con el tiempo puede ser que, en dosis más altas, es posible que los usuarios no vean signos inmediatos de DT hasta que aparezcan los síntomas después de suspender el medicamento”
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Desafortunadamente, los primeros síntomas de la discinesia tardía a menudo se diagnostican erróneamente como otras enfermedades mentales, lo que hace que a los pacientes se les sigan recetando bloqueadores nerviosos, lo que aumenta el riesgo de desarrollar una afección grave. Las personas mayores, las mujeres y los pacientes con trastornos del estado de ánimo comórbidos u otras enfermedades físicas tienen un mayor riesgo de desarrollar DT.
Los principales síntomas de la discinesia tardía son movimientos repetitivos involuntarios, que incluyen distorsiones de las expresiones faciales, aleteo de labios y movimientos rápidos e involuntarios de las extremidades. Estos síntomas suelen caracterizarse por la continua incapacidad del paciente para adaptarse al entorno social, lo que puede provocar un deterioro de las funciones corporales. En términos de diagnóstico, los médicos suelen realizar una evaluación observando el rostro del paciente y realizando pruebas detalladas basadas en la Escala de movimientos involuntarios anormales (AIMS).
"El propósito de AIMS es determinar la gravedad del trastorno del movimiento de un paciente, no solo su presencia. Esta prueba puede ayudar a los médicos a seguir rastreando los síntomas de los pacientes".
Aunque se desconoce el mecanismo exacto de la discinesia tardía, muchos estudios sugieren que puede deberse a una mayor sensibilidad de los receptores de dopamina. El uso prolongado de antipsicóticos de generaciones anteriores se asocia con un mayor riesgo de DT, y la aparición de esta afección está fuertemente relacionada con la dosis. Otra posible explicación es que el estrés oxidativo también puede desempeñar un papel en el desarrollo de esta afección.
La mejor manera de prevenir la discinesia tardía es utilizar la dosis eficaz más pequeña de un agente neuroléptico y controlar la afección continuamente. Sin embargo, para algunas enfermedades mentales, especialmente las crónicas, la contradicción entre "medicación equilibrada" y "prevención de recaídas" preocupa a muchos médicos. Si se confirma el diagnóstico, se deben suspender, si es posible, los medicamentos clave.
"Aunque la retirada de la medicación puede empeorar los síntomas a corto plazo, este paso es necesario a largo plazo."
Las últimas opciones de tratamiento incluyen suplementos de vitamina E e investigaciones sobre otros antioxidantes, y estos hallazgos sugieren una incidencia relativamente reducida de DT después de la administración. Además, la FDA aprobó varios medicamentos nuevos en 2017 para tratar específicamente la TD, incluida la valbenazina y sus congéneres.
Para los pacientes, esta enfermedad no sólo causa malestar físico, sino que también tiene un impacto emocional. Por tanto, el personal médico debe prestar más atención al bienestar general y la salud mental de sus pacientes. A medida que nuestra comprensión de la discinesia tardía siga mejorando, ¿será posible desarrollar medidas preventivas y tratamientos más eficaces en el futuro?