Méndez J

Infective Complications after Abdominal Surgery in Patients Infected with Human Immunodeficiency Virus: Role of CD4+ Lymphocytes in Prognosis

Abstract. Risk factors associated with surgical infections are related to many events that modulate the immune system and affect the surgical procedure. The aim of this study was to determine the influence of low CD4 + lymphocyte counts in 24 patients with human immunodeficiency virus (HIV) undergoing abdominal surgery. Blood samples were obtained, and the lymphocyte population was evaluated perioperatively, as was the nutritional status of the patient. All the patients received selective antibiotic prophylaxis depending on the surgical procedure performed: (1) clean surgery: splenectomies (n= 8); (2) clean-contaminated: cholecystectomy and biliary tract surgery (n= 8); and (3) contaminated: appendectomy (n= 8). Depending on their CD4 count, two groups were formed: one with 200 to 500 cells/ml (n= 11) and the other with < 200 cells/ml (n= 13). When surgical infection was suspected, surgical drainage and microbiologic cultures were undertaken. For statistical evaluation of the groups ANOVA and the chi-square test were used; p < 0.05 was considered significant. Altogether 14 patients (58.3%) had a wound infection, and the mean (± SD) CD4 count in those patients was decreased (221.7 ± 75.1) compared with that of the 10 patients in the uneventful group (386 ± 81.2). Surgical infection rates were 50% for clean procedures, 62.5% for clean-contaminated procedures, and 62.5% for contaminated surgery. The group of patients with CD4 counts of < 200 cells/ml had an increased incidence of surgical infection, regardless of the type of surgery (p= 0.002). Thus the surgical infection rates in HIV patients undergoing abdominal surgery are dramatically increased. The CD4 and subsequently depressed neutrophil populations increase the risk of surgical infection during major procedures regardless of the type of surgery performed.

Effect of allopurinol, folinic acid, SOD and cyclosporine A on ischemic liver regeneration.

Liver regeneration plays a key role in restoring the liver/body ratio after partial liver transplantation. However, hepatic ischemia hinders the proliferative response of the hepatocytes. In this study, different ways of improving the regenerating capacity of ischemic hepatocytes are tested. Following 70% hepatectomy and 15 min of normothermic liver ischemia, the percentage of regenerating hepatocytes and the regenerative gradient are assessed. Cyclosporine A (hepatotrophic agent), superoxide dismutase and folinic acid (antioxidants), administered during the ischemic period, have significantly increased these indices. The later drug has restored the regenerative response to the levels of normoperfused livers.

Acute Necrotizing Meckel Diverticulitis due to Biliary Enterolithiasis

Background: Acute abdominal pain due to complicated Meckel’s diverticulum is an unusual event. Even the presence of biliary enterolithiasis at the onset of inflamed congenital diverticulum has rarely been reported previously. Results: Despite this unusual presentation, an episode of gallstone passage through the biliary tract has not yet been described. Conclusions: Whether the stones were primarily formed in the diverticulum as enterolithiasis, or secondary to gallstone passage is discussed. The complications of Meckel’s diverticulum requiring surgical treatment are reviewed, focusing on the unusual finding of biliary stones in Meckel’s diverticulum and the etiogenic mechanism of enterolithiasis.

Enfermedad de Castleman de localización retroperitoneal

La enfermedad de Castleman es un proceso linfoproliferativo no neoplásico poco frecuente y de etiología desconocida que se caracteriza por un importante crecimiento de los ganglios linfáticos. Puede ocurrir en cualquier cadena linfática del organismo, pero ocurre con mayor frecuencia (70%) en el mediastino1. Presentamos el caso de una mujer de 45 años de edad sin antecedentes clínicos de interés que consulta por presentar una masa en el abdomen. El examen físico es normal. No se aprecian adenomagalias. La exploración abdominal revela la existencia de una tumoración ovoidea en el hipocondrio izquierdo, de superficie lisa, indolora y móvil. La analítica es normal. La ecografía abdominal y la tomografía computarizada (TC) abdominopelviana informan de la existencia de un tumor de dimensiones 8,5 × 6,5 cm (fig. 1). No se identifican adenopatías en retroperitoneo ni en el mesenterio. Los estudios complementarios (determinación del valor de hormona luteínizante [LH], hormona foliculostimulante [FSH], 17β estradiol y cortisol basal, y tras estimulo con dexametasona) resultan normales, lo mismo que los valores de noradrenalina, adrenalina y dopamina en sangre y orina de 24 h. Se practica su resección quirúrgica. El estudio anatomopatológico corresponde a una angiofolicular o enfermedad de Castleman en su variante hialino-vascular. La evolución de la paciente en el postoperatorio fue satisfactoria. Se conocen 2 variantes histológicas de la enfermedad de Castleman: la hialino-vascular y la de predominio plasmocitario2. Generalmente, la primera suele ser asintomática mientras que la segunda se asocia a manifestaciones sistémicas en forma de múltiples adenomegalias, fiebre, infecciones recurrentes y alteraciones inmunológicas3,4, tales como anemia hemolítica, trombocitopenia, artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico, pérdida de peso e hipergammaglobulinemia policlonal, que constituyen generalmente las formas de enfermedad de Castleman multicéntrica2. Ésta ocurre con mayor frecuencia en pacientes ancianos3, y existe el riesgo de desarrollo de una enfermedad maligna, frecuentemente el sarcoma de Kaposi, los linfomas y la leucemia crónica. El tratamiento, en estos casos, suele ser eficaz con los corticoides o los regímenes quimioterápicos similares a los utilizados en casos de linfoma. El estudio anatomopatológico resulta del tipo hialino-vascular en un 90% en estos casos. La localización retroperitoneal es de aproximadamente el 3%. La ultrasonografía, la tomografía computarizada y la resonancia magnética han demostrado ser útiles en el diagnóstico de los procesos expansivos retroperitoneales. No obstante, la enfermedad de Castleman no es claramente distinguible de otros procesos solamente mediante técnicas de imagen ni en el curso de la intervención quirúrgica, y el estudio histopatológico es la clave del diagnóstico final correcto. La extirpación quirúrgica es el tratamiento de elección para la enfermedad localizada5. En casos de enfermedad multicéntrica, el tratamiento no está establecido. En estos casos, el tratamiento sistémico con esteroides o quimioterapia, o ambos combinados, ha ofrecido resultados variables.